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Las quemas disparan los índices de contaminación del aire en Rosario

El humo cuadruplicó los valores sugeridos desde la OMS. La ciudad carece de un sistema de medición de calidad del aire.

De la mano de las renovadas quemas de sectores enormes de las islas del Delta del río Paraná, la contaminación del aire en Rosario volvió a mostrar niveles preocupantes, como ya había ocurrido durante varias semanas el invierno pasado. Tanto las cenizas emanadas de la vegetación quemada como el propio humo constituyen una amenaza para la salud humana, advirtieron de nuevo en estos días expertos de la Universidad Nacional de Rosario, que detectaron que la concentración de partículas contaminantes cuadruplicó lo tolerado durante el pasado fin de semana.

“Se observó la presencia de restos de vegetal quemado en el suelo de algunas zonas de Rosario de dimensiones que van desde algunos milímetros a varios centímetros. Tanto el humo, que contiene gases y material particulado microscópico, como estos trozos de biomasa quemada son factores que afectan la salud humana, ya que estos últimos con el paso del tiempo se destruyen transformándose en gran medida en aerosoles”.

Así se desprende de un informe de esta semana elaborado por el grupo de Física de la Atmósfera, Radiación Solar y Astropartículas del Instituto de Física Rosario tras el análisis de datos del instrumento satelital VIIRS-Suomi NOAA-20, que forma parte de la Plataforma FIRMS/NASA. En mediciones hechas el pasado fin de semana encontraron hasta 100 microgramos de partículas por metro cúbico, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda no sobrepasar los 25 microgramos.

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"El número de incendios en la zona de Rosario registrados en los distintos días del mes de julio muestran una relación directa en el día del valor máximo mensual con el incremento del número de partículas microscópicas en la atmósfera, denominadas aerosoles" detallaron los expertos en su informe.

"El número de incendios en la zona de Rosario registrados en los distintos días del mes de julio muestran una relación directa en el día del valor máximo mensual con el incremento del número de partículas microscópicas en la atmósfera, denominadas aerosoles" detallaron los expertos en su informe.

Incendios al por mayor

Los investigadores explicaron que durante el mes de julio se detectaron múltiples focos de incendio en las islas del río Paraná, en la zona que está comprendida entre San Nicolás y San Lorenzo, al sur de la provincia de Santa Fe. De manera lógica, a mayor cantidad de focos, mayor porcentaje de contaminación ambiental: "El número de incendios en esta zona registrados en los distintos días del mes de julio muestran una relación directa en el día del valor máximo mensual con el incremento del número de partículas microscópicas en la atmósfera, denominadas aerosoles" detallaron los expertos en su informe.

Según detalló Adriana Ipiña, investigadora de ese instituto, se está monitoreando la calidad del aire en Rosario desde hace tiempo. El año pasado, con el récord de incendios en los humedales se constató un fuerte deterioro en la calidad del aire, un fenómeno que volvió a repetirse durante los últimos días de julio y los primeros días de agosto con presencia de alta concentración de partículas suspendidas, a modo de humo.

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Vista aérea de los incendios registrados frente a Villa Constitución la semana pasada.

Humo y salud

El informe científico subraya que, en particular, entre el viernes 30 de julio y el domingo 1 de agosto se detectaron eventos de humo tanto sobre Rosario como sobre la región. “Muy posiblemente estos eventos estuvieron ligados a incendios que se registraron en las islas del Paraná, ya que esos días los vientos fueron predominantemente desde el sur”. De hecho, la presencia de humo fue registrada también desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) “y el olor a humo fue sentido por personas sensibles, aún en la vecina ciudad de Funes”.

El aire contaminado genera efectos directos sobre la salud, entre los cuales aparecen la irritación en las vías respiratorias y en los ojos. Más a largo plazo puede potenciar problemas cardíacos. En general, las personas con mayores complicaciones probables son aquellas que padecen enfermedades crónicas como asma o alergias.

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El aire contaminado genera efectos directos sobre la salud, entre los cuales aparecen la irritación en las vías respiratorias y en los ojos, la potenciación de problemas cardíacos y el agravamiento de enfermedades crónicas como el asma o las alergias.

El aire contaminado genera efectos directos sobre la salud, entre los cuales aparecen la irritación en las vías respiratorias y en los ojos, la potenciación de problemas cardíacos y el agravamiento de enfermedades crónicas como el asma o las alergias.

El Estado ausente

Como en muchos otros aspectos, existe una seria deficiencia estatal en el control y monitoreo de calidad del aire en Argentina en general, y en Rosario en particular. Por ejemplo, según detalló Ipiña, ni siquiera hay valores o umbrales de referencias sobre calidad del aire que hayan sido desarrollados a nivel regional, lo que obliga a utilizar los valores sugeridos desde la OMS. “Acá no tenemos un nivel o umbral para definir cuál es el nivel aceptable de partículas en el ambiente, no hay regulación, como si ocurre en otros países o ciudades de Latinoamérica”, explicó.

Esta falta de herramientas no permite hacer un monitoreo amplio desde lo territorial ni sostenido en el tiempo. Con nula o escasa información, avanzar con políticas públicas de mitigación de la contaminación del aire es directamente imposible.

¿Qué falta para tener esto, que sí tienen ciudades de países comparables a la Argentina como México, por ejemplo? No necesariamente recursos económicos, ya que las tecnologías necesarias se han abaratado mucho en los últimos años. “Con un poco de voluntad se podría hacer, sobre todo teniendo en cuenta que la contaminación es algo inevitable en las grandes ciudades”, agregó la investigadora. “En Rosario no teníamos este problema porque hay condiciones naturales muy buenas para tener buena calidad del aire, no hay montañas y estamos frente a un humedal gigante que es nuestro pulmón. Pero ese pulmón está siendo afectado”, concluyó Ipiña.

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