Carlos García Moreno o Charly García nació el 23 de octubre de 1951 en el seno de una familia pudiente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En el día de su cumpleaños, podemos echar una mirada sobre su carta natal astrológica que, desde el vamos, resalta su profunda conexión con el arte como forma de expresión, su genialidad, virtuosismo y al mismo tiempo su destino de trascendencia.
Su signo solar es Libra, un signo de aire que lo ha convertido en una persona muy en sintonía con la belleza, con lo estético, que transformó a la música y a la poesía en el rasgo más distintivo de su identidad.
Piscis en la Casa 2 de su carta muestra también cómo pudo encontrar en el arte y, particularmente en la música, su sustento de vida. Piscis representa nuestro costado de fantasías, idealización y el mundo más sensible; mientras que la Casa 2 es el ámbito que representa, entre otras cosas, la forma en que podemos generar recursos a lo largo de la vida.
Los elementos aire y fuego son centrales en su vida. El aire, en la astrología, representa el mundo de las ideas y de las palabras, lo etéreo, sutil y cambiante. Y el fuego es símbolo de la pasión en aquello que hacemos, el impulso y la chispa.
Charly García, luna en Leo y Ascendente Acuario
La luna de Charly García es de Leo, una luna que desde pequeño lo ponía en el centro de atención. Aún siendo un chico reservado y callado en sus primeros años, su oído absoluto y su dedicación al piano 24/7 hicieron que sobresaliera rápidamente en el conservatorio.
Creativo, original, diferente, raro, todo eso es Charly García con su Ascendente en Acuario. Muchos de los grandes genios de la humanidad han tenido importante energía acuariana, la que se asocia con la innovación, la libertad, las ideas. La locura es acuariana, y Charly ha tenido el don de transformarla en arte.
Pero no siempre hubo locura. Sus primeros años mostraron a un niño introvertido y de una educación muy estricta, no sólo en casa sino también a través de su primera profesora de piano muy católica, quien le había enseñado que el sufrimiento era el único camino para lograr el éxito.
El sintió en carne propia la rigidez de las ideologías que le fueron inculcando en sus primeros años de vida, e incluso reconoció haberse autolesionado para experimentar ese dolor que supuestamente pedía el Cristo en la cruz. Todo esto aparece en su carta a través de la fuerte influencia de Saturno y Neptuno en la Casa 9, que representa precisamente nuestros sistemas de creencias.
Su tabla de salvación parece haber sido su propio sol también en la Casa 9, que le abrió la cabeza a través de la lectura y el acceso al conocimiento más profundo del sentido de la vida. Leía libros sobre mitología griega, la Ilíada y la Odisea apenas antes de cumplir 10 años. Así crecía el niño prodigio que luego llegaría a lo más alto en la historia de la música.
Y la llegada de los Beatles a su vida tocaron su Ascendente Acuario y encendieron para siempre la rebeldía de este joven que había aprendido a “ser formal y cortés”.
Pareciera que en su infancia a Charly no le hizo falta nada. Sin embargo, sus padres decidieron hacer un extenso viaje de placer por Europa, y esto lo afectó de manera particular.
La larga ausencia familiar se transformó en reacción nerviosa y profunda tristeza para aquel pequeño “Carlitos”, y no tardó en somatizarlas, algo muy característico de Urano y la luna en la Casa 6, ámbito que alude a la salud.
“Charly siempre fue muy sensible. Nunca me perdonó ese viaje. Fueron muchos días y él nos extrañó tanto que le agarró vitíligo. Es el día de hoy que me acuerdo y me arrepiento”, contó su madre, Carmen Moreno, a la revista Rolling Stone.
La historia cuenta que un día, frente al espejo, decidió afrontar su enfermedad y dejarse el bigote bicolor, transformando el “defecto” da despigmentación de la piel en un rasgo distintivo que lo haría único.
Charly García y las relaciones de pareja
En cuanto a la vida en pareja, Charly tiene a Plutón arrasando la Casa 7, una energía que nos habla de mucha complejidad en ese ámbito, escenario de más de una crisis. Su ex esposa y madre de su hijo, María Rosa Yorio, publicó un libro en el que cuenta parte de su vida amorosa con el artista, dos interrupciones de embarazos, su ruptura matrimonial y la posterior relación que mantuvo nada más ni nada menos que con Nito Mestre, una actitud que ella misma asume como una especie de “venganza” contra el músico por las sucesivas infidelidades.
Su prolífica carrera y las innumerables canciones que forman parte de la historia del rock nacional están también muy presentes con varios aspectos astrológicos: Júpiter en la Casa 3 de la mente y la comunicación, Géminis en su Casa 5 de la creatividad y Mercurio en el Medio Cielo pegadito al sol. La palabra hecha poesía venció al tiempo. Say no more.
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