El 13° informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis confirmó un aumento en la presencia de la chicharrita del maíz en febrero. Sin embargo, los niveles siguen siendo significativamente inferiores a los de la campaña pasada, lo que demuestra la efectividad de las estrategias de control temprano.
Según los datos relevados entre el 24 de enero y el 7 de febrero de 2025, en 410 localidades de Argentina y 13 de Uruguay, la plaga se detectó en distintas regiones, aunque sin alcanzar valores alarmantes.
La chicharrita por regiones: datos del monitoreo
El informe reveló la situación del vector en las principales regiones productivas del país:
- En el NOA, se registraron capturas de Dalbulus maidis en el 69% de las 76 localidades relevadas, con predominio de los niveles más bajos (de 1 a 4 y 5 a 20 adultos por trampa). En esta región, donde la plaga es endémica, se hace fundamental mantener los monitoreos y evaluar la eficacia de las medidas de control implementadas.
- En el NEA, de las 75 localidades relevadas, el 67% presentó presencia de la chicharrita, con las concentraciones más altas en Chaco y Santa Fe. Además, en el noreste de Santiago del Estero comenzaron a aparecer los primeros focos.
- En la región del Litoral, el 60% de las trampas capturaron adultos de Dalbulus maidis. Corrientes sigue siendo la provincia con mayores registros, especialmente en la localidad de Mercedes, que presentó el número más alto de la zona. En Entre Ríos, las detecciones aumentaron, lo que refuerza la necesidad de monitoreos intensivos, especialmente en los maíces tardíos.
- En el Centro Norte, el 60% de las 74 localidades relevadas no registró presencia del vector, y en aquellas donde se detectó su presencia, predominó la categoría más baja (1 a 4 adultos por trampa). Se recomienda un monitoreo constante en los lotes implantados para mantener la plaga bajo control.
- Por último, en la región Centro Sur, el 93% de las 150 localidades no reportó presencia del insecto, aunque en Buenos Aires y Córdoba se detectaron focos con densidades bajas (1 a 4 adultos por trampa). Si bien la ausencia de la plaga es significativa en esta zona, se insiste en la necesidad de monitoreo continuo en los lotes tardíos.
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El impacto del control temprano y el manejo integrado
El informe destacó que la intervención temprana permitió contener el avance de la plaga. “Las zonas donde se aplicaron controles con baja incidencia de insectos lograron mantener a raya las poblaciones, sobre todo en Chaco y Tucumán”, explicó Alejandro Vera, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red.
El Manejo Integrado de Plagas (MIP) resultó clave en esta estrategia, combinando:
- Monitoreo constante
- Control químico focalizado
- Evaluación de la efectividad de las aplicaciones
La coexistencia de maíces tempranos y tardíos en distintas etapas de crecimiento obliga a ajustar las estrategias de monitoreo y evitar la migración del vector a cultivos más susceptibles.
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