Las esperadas precipitaciones finalmente llegaron a la región durante el fin de semana. Los datos acumulados en las últimas 72 horas dieron cuenta del alivio tan esperado, considerando que hasta el viernes pasado, según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el 90% de la región estaba bajo condiciones de sequía y escasez hídrica, causando preocupación entre los productores.
La noticia más relevante es que finalmente llegó el agua. Rufino recibió 88 milímetros de lluvia, María Teresa 44 mm, y Rosario 36,2 mm, entre otros. Esto marca un punto de inflexión en la situación, ofreciendo un rayo de esperanza para los productores de la región.
Este es el listado de las localidades y zonas con mayor cantidad de precipitaciones:
- Rufino: 88 mm
- María Teresa: 44 mm
- Maggiolo: 38 mm
- Canals: 38 mm
- Irigoyen: 36 mm
- Lincoln: 36 mm
- Rosario: 34,2 mm
- Alvarez: 30 mm
- General Villegas: 30 mm
- General Pinto: 30 mm
- Zavalla: 30 mm
- Godeken: 28 mm
- Clason: 26 mm
Desde la jornada del sábado, la llegada de aire húmedo hasta el sur de la región pampeana fue definiendo situaciones de mucha inestabilidad. "Desde la tarde noche comenzaron a observarse áreas de lluvias y tormentas, que, si bien se presentaron en forma despareja como corredores, fueron mucho más eficientes que lo que habían venido mostrando las semanas previas".
Así, zonas que van desde el sur de San Luis hasta el sudeste de Córdoba u otros corredores sobre la provincia de La Pampa y el sur bonaerense sumaron treinta milímetros o más, marcas duplicadas en áreas reducidas.
Durante el domingo, las lluvias se generalizaron sobre gran parte de la provincia de Entre Ríos, provincia que resulto posiblemente como la mas beneficiada por este evento, con milimetrajes que encontraron un piso en los cincuenta milímetros, pero con muchos datos holgadamente superiores.
El este de Santa Fe también recogió algunas precipitaciones, con la oferta de agua que se vuelve mas pobre sobre la zona central del norte bonaerense y el sur de Santa Fe.
Impacto en los cultivos
La agencia +BCR repasa que los cultivos de trigo y maíz habían sufrido fuertes impactos, con pérdidas considerables debido a la falta de lluvia y las heladas. Por ejemplo, en Carlos Pellegrini, se estimaba un 10% de daño por heladas y un rendimiento proyectado que se había reducido a la mitad en comparación con un año normal. En otras áreas, como El Trébol y Cañada de Gómez, los efectos de las heladas también se sentían, con rendimientos significativamente por debajo de lo habitual.
La sequía también había forzado recortes en los planes de siembra de maíz, lo que generaba incertidumbre entre los productores. Inicialmente, se habían proyectado 1.57 millones de hectáreas sembradas con maíz, pero debido a la falta de agua, se habían recortado 200,000 hectáreas, que ahora se destinarían a la soja.
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