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Actualidad tragedia | boliches | Córdoba

Otro Fernando Báez Sosa: un joven de 23 años fue asesinado a golpes a la salida de un boliche en Córdoba

El joven Jesús Eduardo Buffarini tenía 23 años cuando fue asesinado a golpes a la salida del boliche. Ya hay un detenido por la tragedia.

Una noche que debió ser de diversión entre amigos terminó en tragedia en la localidad de General Cabrera, al sur de la provincia de Córdoba. Jesús Eduardo Buffarini, un joven de tan solo 23 años, perdió la vida luego de resultar gravemente herido en una pelea ocurrida en las inmediaciones de un boliche.

Cómo se desencadenó la tragedia en Córdoba

Los hechos se desencadenaron alrededor de las 6 de la mañana del domingo 21 de abril, cuando una disputa entre varios jóvenes estalló a la salida de un local nocturno en el bulevar Fangio de General Cabrera.

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Según informes policiales, Buffarini sufrió múltiples lesiones, especialmente en la cabeza, como resultado de golpes y patadas durante el altercado. A pesar de los esfuerzos por socorrerlo, no fue posible salvar su vida y falleció horas después en un hospital de la región.

La investigación, a cargo del fiscal de instrucción Daniel Miralles de la ciudad de Río Cuarto, llevó a la detención e imputación de al menos un individuo por el delito de homicidio preterintencional. Este tipo de homicidio se caracteriza por la intención de causar daño, sin prever la muerte de la víctima. Sin embargo, la familia de Buffarini está considerando solicitar una ampliación de los cargos penales, lo que indica la gravedad de lo sucedido.

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Jesús Eduardo Buffarini fue muerto a golpes en Córdoba, en otra tragedia a la salida de boliches.

Jesús Eduardo Buffarini fue muerto a golpes en Córdoba, en otra tragedia a la salida de boliches.

El drama generó una profunda conmoción en General Cabrera, una localidad donde no se tenían antecedentes de episodios violentos de esta magnitud. Buffarini, quien además era jugador de fútbol en el club Independiente Dolores, fue despedido con honores en las redes sociales del equipo, mientras que la liga regional de fútbol de Río Cuarto decidió suspender los encuentros en señal de duelo.

En medio de la consternación y la búsqueda de justicia, queda claro que eventos como estos no solo afectan a las víctimas y sus familias, sino que también impactan en toda la comunidad, dejando cicatrices difíciles de sanar.