Durante la celebración del Jueves Santo en una iglesia de Rosario, una mujer irrumpió llorando y dejó a su bebé recién nacido antes de retirarse del lugar.
Una mujer ingresó llorando a la parroquia Inmaculada Concepción del barrio Pichincha, en Rosario, durante la misa del Jueves Santo y abandonó a su bebé recién nacido antes de retirarse del lugar.
El relato del sacerdote que presidía la celebración, Víctor Pratti, describió el momento como "conmovedor" y lleno de interrogantes sobre las circunstancias que llevaron a la madre a tomar esa decisión.
El bebé, que se encontraba en perfecto estado, fue hallado envuelto en una manta y bien vestido. Tras el descubrimiento, fue asistido en la parroquia y luego por personal policial de la Policía de Santa Fe, siendo trasladado posteriormente al Hospital Provincial del Centenario, donde se presume que había nacido aproximadamente 48 horas antes.
Pratti compartió que minutos antes de la misa, algunos feligreses observaron a una joven dando vueltas con un bebé en brazos y visiblemente afligida, pero nadie indagó sobre su situación debido al ambiente conmovido de la Semana Santa.
Fue durante la celebración cuando una mujer dentro del templo notó la presencia del bebé envuelto en el atrio, lo que desencadenó una rápida respuesta por parte de las autoridades.
El sacerdote destacó la solidaridad de la comunidad, incluida una mujer policía que, siendo madre lactante, amamantó al bebé. Emocionado, relató cómo decidió bautizar al pequeño, dejando el papelito del bautismo entre sus pertenencias con la esperanza de que encuentre el amor y cuidado que merece.
A pesar del impacto del suceso, Pratti expresó su compasión hacia la madre, imaginando el dolor que pudo llevarla a tomar esa decisión. El bebé, ahora bajo el cuidado de neonatología y con la intervención de la Secretaría de Niñez, espera ser acogido en un entorno de amor y protección.
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