En la última reunión que mantuvieron los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti, de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y de Córdoba, Juan Schiaretti, en el marco de la junta de gobernadores de la Región Centro, se decidió solicitar la elevación del corte de biodiésel al 12,5%, debido a la capacidad actual existente, y luego elevarlo al 20%. Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustible e Hidrógeno, habló con AIRE sobre este pedido, y también destacó los beneficios que traerá para el ambiente y la salud pública.
En este sentido, el especialista indicó que el pedido es “técnicamente factible” en la medida en que haya un riguroso control de la calidad del biodiésel que se incorpora al gasoil, y que si esto está garantizado “el biodiésel siempre es mejor que el gasoil porque tiene una serie de ventajas para el medioambiente y la salud pública”.
“No se puede seguir teniendo adicción al petróleo porque el ambiente no da más. El uso de combustibles minerales genera emisiones muy altas y producen mucho perjuicio para el ambiente y la salud. No podemos seguir contaminando como lo estamos haciendo”, afirmó.
Consultado sobre la posibilidad de una sustitución total, Molina indicó que actualmente sería imposible, “porque el petróleo es un bien abundante a pesar de que la demanda haga que sea escaso y el precio se dispare". Luego aclaró: "Si uno quisiera sustituirlo, tiene que destinar todos los granos y solo cubriría poco más de la tercera parte de lo que se ocupa”.
Sin embargo, advirtió que “en un muy largo plazo, con nuevas tecnologías, pueden aparecer nuevos escenarios”. Según indicó, la producción actual “alcanza para una proporción limitada”, y Argentina la tiene. En Santa Fe se concentra el 80% de la capacidad instalada de producción de biodiésel.
Sobre el costo de producción, el especialista señaló que “existen dos realidades, en el caso del etanol termina siendo muy competitivo con las naftas, porque es un aportante a la mezcla de mucho octanaje. Si no se usara etanol habría que incorporar aditivos muy caros. Por eso es económicamente competitivo y muy buscado. En el caso del biodiésel, a base de soja, no es tan competitivo. Justo ahora por el dólar soja con un valor de 200 pesos, el biodiésel termina siendo más caro”.
Sin embargo, insistió en que “el biocombustible no tiene que ser visto por su mejor precio sino por sus aportes en materia ambiental y en materia de salud”. Y dijo que hay que mirar ejemplos como Suecia o Brasil que está dando pasos muy importantes. “No hay que tener miedo al uso de aceite vegetal en los motores diésel, el motor diésel creado por el alemán comenzó a funcionar con aceite de maní, y en el caso de los vehículos nafteros hay que recordar que el primer Ford andaba con alcohol”, concluyó.
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