Hugo Tomei, abogado defensor de los ocho rugbiers imputados en el asesinato de Fernando Báez Sosa, expuso sus alegatos de clausura este jueves en los Tribunales de Dolores, y presentó una foto con la que intenta demostrar que Fernando no se encontraba indefenso cuando fue atacado a golpes por Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), Luciano Pertossi (21), Ciro Pertossi (22) y Lucas Pertossi (23).
Desde el inicio del caso, el abogado de los rugbiers sostuvo que los amigos de Fernando Báez Sosa fueron “modificando su relato” sobre lo ocurrido, ya que primero dijeron que los rugbiers “lo cagaron a palos” y luego que “no los dejaron ir a defender a Fernando”, marcó Tomei.
Tomei rechaza la premeditación y la alevosía
Tomei argumenta en contra de que haya habido premeditación y alevosía en el ataque a Fernando. “Lo adelanta el Ministerio Público Fiscal ¿Por qué? Porque la patada ya había pasado y el plan criminal, éste ‘acordar dar la muerte’ es un hecho del pasado. La Fiscalía, inteligentemente, a falta de pruebas, aprovecha los siete minutos desde que salieron el boliche. Es una falacia, como no podemos probar qué pasó en esos siete minutos, decimos que en esos siete minutos acordaron el plan. Falso. Inverosímil o poco consistente. No hubo plan, nunca hubo un plan para matar, nunca hubo dolo, por más que no se le crea a Máximo Thomsen... Claro, cómo se le va a creer, cómo le vamos a creer si es un salvaje, es un asesino... Ayer escuché esas palabras en la Casa de la Justicia. No debería pasar porque son inocentes hasta que una sentencia diga lo contrario. Yo miraba atónito, tratando de entender y no entendía nada”, indicó.
La estrategia central de Tomei es demostrar que no hubo premeditación en el asesinato de Báez Sosa,y que tampoco hubo intención de matar. Esto haría que los años de pena se redujeran significativamente. Durante el debate oral, el defensor de los rugbiers planteó que el crimen fue en el contexto de un homicidio en riña o agresión que, según el artículo 95 del Código Penal, prevé una pena de entre 2 a 6 años de cárcel, muy lejos de la pena que pide la fiscalía para los imputados: cadena perpetua.
En el último alegato, el fiscal Gustavo García sostuvo que el crímen fue cometido con “premeditación” aunque “no hubo roles ni funciones, todos hicieron de todo, se pusieron de acuerdo y lo golpearon”. "El concurso previo no requiere de mucha deliberación, puede ser instantáneo. En este hecho hubo una estrategia, una planificación de cómo iniciar el ataque", manifestó García, quien declaró que "a criterio de la Fiscalía fue homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y el concurso de dos o más personas y en concurso con lesiones leves reiteradas", definió.
“Es comprensible la estrategia de Tomei, yo hubiese hecho lo mismo. Desde el principio, intentando atacar la declaración indagatoria”, opina el abogado Pablo Fernández Pereira. Respecto a la estrategia de Tomei de demostrar que no hubo alevosía ni premeditación, Fernández Pereira se muestra escéptico. “Una estrategia posible sería intentar demostrar que fue un homicidio en riña, o un homicidio preterintencional, es decir, plantear que le pegaron a Fernando pero que no lo querían matar. Pero es que la carga de la prueba es tan grande que lo veo dificilísimo. Hay más de 20 testigos que dicen que no es así, y no hubo una pelea entre dos grupos para demostrar que fuera riña. Donde intentas demostrar que no hubo premeditación, hay una prueba que te lo refuta”, afirmó el abogado.
"A partir de los 35 años de pena cumplida se puede solicitar la libertad del condenado. Eso no quiere decir que se la vayan a dar. Se puede pedir, pero depende de la decisión del juez”, explica Fernández Pereira, quien además opina que este juicio está lejos de terminar ahora. “Tanto si les dan prisión perpetua como si no, las partes van a apelar. Esto va a Cámara porque van a apelar o por bajo o por alto”; concluyó.
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