El sepulcro, ubicado junto a la capilla que resguarda el ícono de la Virgen ‘Salus Populi Romani’, luce una lápida de mármol proveniente de la región de Liguria, tierra de los antepasados italianos de Francisco. Sobre la superficie, una única inscripción honra su memoria: ’FRANCISCUS’, su nombre pontificio en latín.
Los fieles ya pueden visitar la tumba de Francisco
El diseño elegido refleja la sencillez que siempre caracterizó al papa argentino. Todo el conjunto, de color blanco, incluye en la pared una reproducción ampliada de su cruz pectoral, elaborada en plata y representando al Buen Pastor, símbolo de su pontificado.
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La basílica de Santa María la Mayor en Roma abrió sus puertas este domingo para que los fieles pudieran acercarse a la tumba del papa Francisco.
En su testamento, Francisco expresó que un benefactor anónimo se haría cargo de los gastos del sepulcro. La tumba, construida a nivel del suelo y sin ornamentos excesivos, se encuentra en un sector del templo que no requirió modificaciones estructurales.
Francisco, profundamente devoto de la imagen mariana de la 'Salus Populi Romani', solía visitar este ícono cada vez que emprendía o finalizaba un viaje apostólico. Por eso eligió que su descanso eterno estuviera junto a la Virgen que tanto veneró.
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La basílica de Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales junto a San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros, recibe desde este domingo a peregrinos de todo el mundo que desean rendir su último homenaje a Francisco, el papa que dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia.
