Alejandro Elizondo fue hallado por la Policía en posición fetal junto a su cama con mordeduras en el área del cuello y la cabeza; vivía con su hermano de 45 en condiciones “deplorables”.
Foto ilustrativa.
Alejandro Elizondo, un hombre de 58 años, fue encontrado muerto en su domicilio de la calle Formosa 1074, en el barrio UTA de la capital provincial de San Juan, siendo devorado por sus propios perros.
Los vecinos, alertados por la ausencia prolongada de Elizondo, fueron quienes notificaron a las autoridades sobre la preocupante situación.
Durante más de tres días, los vecinos observaron que Elizondo no había salido de su vivienda. A pesar de sus intentos por contactarlo, el hermano de Elizondo, quien padece de problemas psiquiátricos, aseguraba que estaba durmiendo o no deseaba salir. Ante la falta de respuestas, decidieron hacer una llamada al 911, desencadenando el descubrimiento del cuerpo.
Al arribar al lugar, la policía se topó con una escena desgarradora: Elizondo yacía sin vida en su cama, con sus perros alimentándose de su cadáver. Los oficiales actuaron de inmediato para retirar a los animales y preservar la escena del hallazgo.
Las investigaciones preliminares indicaron que Elizondo falleció de causas naturales y que las mordeduras en su cuerpo ocurrieron post mortem, descartando la posibilidad de una muerte violenta.
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