Fanático de Boca Juniors, Pablito Albarez, espera ansioso el partido de su equipo ante Tigre por la final de la Copa de la Liga 2022. Lo hace en una cabaña en la localidad de Funes, de donde es oriundo, que le cedieron a la familia para que pueda llevar a cabo su recuperación.
"Estoy re bien. Ojalá que gane Boca", dijo el pequeño de 8 años, en diálogo exclusivo con AIRE, a un día solamente de haber recibido el alta médico en el Sanatorio de Niños de Rosario, donde fue trasplantado luego de sufrir una hepatitis aguda grave que lo dejó al borde de la muerte.
Su madre, Vanessa Sobrero, no se le despega ni un segundo y no se cansa de asegurar que el trasplante de hígado al que fue sometido su hijo "fue un milagro de Dios".
En la charla con el programa 7AM que conducen Geraldine Brezán y Andrea Viñuela, la mujer relató cómo fue este largo mes para toda la familia y en especial para Pablito.
"El lunes antes del trasplante lo intubaron. Ese fue el peor día de mi vida. No sabía cuántos días iba a estar intubado hasta que a la noche empezaron a llegar mensajes que había llegado el órgano. A las 23,30 me llamó el médico y me dijo que había un donador compatible. Yo estaba re ansiosa", contó.
Vanessa dijo haber vivido momentos de mucha angustia y que se asustó al saber el diagnóstico del niño: hepatitis aguda grave. "Se me derrumbó el mundo, pero gracias a Dios salió todo bien y fue rápido", expresó emocionada.
La recuperación también fue acelerada, a tal punto que a los nueve días de la intervención quirúrgica, Pablito recibió el alta médico: "El se recuperó rapidísimo y ahora estamos acá, felices", aseguró la mamá.
El hígado del pequeño ahora será investigado por los profesionales de la salud, ya que forma parte de un selecto grupo de personas que en todo el mundo han sufrido recientemente hepatitis aguda grave de origen desconocido.
"Fue un milagro de Dios porque llegó rápido el órgano", dijo Vanessa en la charla con AIRE, mientras a su lado Pablito guardaba reposo.
Los síntomas de Pablito que derivaron en la hepatitis aguda grave
Vanessa contó cuáles fueron las señales de alarma que fueron apareciendo hace ya casi un mes, cuando comenzó el calvario para la familia en la localidad de Funes.
"Una semana antes de Semana Santa empezó con gripe. En el dispensario me dijeron que era gripe virósica, a los dos días ya empezó con el pis amarillo que parecía cerveza, luego siguió con la piel amarilla al igual que sus ojos, dolor de panza, de cabeza, muy descompuesto. Lo llevé a una pediatra, me mandaron montón de análisis y me dijeron que era hepatitis, luego lo llevamos al hospital de Niños. Yo no sabía que me iba a quedar casi un mes 'internada' con él".
La mujer agradeció a toda la gente que se preocupó por la salud de su hijo, especialmente a los padres y los doctores: "Sin ellos hoy no estaríamos acá", manifestó.
La recuperación de Pablito
El niño comenzará ahora un proceso de recuperación de al menos seis meses. Su madre contó que no podrá asistir a la escuela durante todo el invierno, y que la dieta consiste en comidas hervidas y livianas durante un año y medio o dos, además de la medicación necesaria para que su cuerpo no rechace el hígado trasplantado.
"El médico me dijo que en seis meses puede tener una vida normal", dijo Vanessa esperanzada.
Te puede interesar
Dejá tu comentario