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Actualidad libertad | Javier Milei | LGBTIQ+

Cuando la libertad de expresión se convierte en discurso de odio: la necesidad de hablar con responsabilidad

Lele Wolkovicz, activista LGBTIQ+, habló de los riesgos concretos de proliferar discursos de odio en nombre de la libertad de expresión.

Hace unos días, el escritor y amigo personal de Javier Milei, Nicolás Márquez, reprodujo un polémico mensaje de odio, escudándose en la libertad de expresión, y aseguró que los homosexuales son “insanos, invertidos, con tendencia a la destrucción” y que la perspectiva de vida es “de mucha infelicidad”.

Estos violentos mensajes expresados por Márquez tienen consecuencias en la vida real. Manuel Lozano, creador y director de Fundación Sí, salió a responderle con un testimonio personal que conmovió a cientos de miles de personas, haciéndose viral.

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En Santa Siesta, por AIRE, el activista LGBTIQ+ Lele Wolkovicz habló de los peligros de estos discursos y de dejar que se reproduzcan sin intentar combatirlos.

¿Libertad de expresión o discurso de odio?

El discurso homoodiante de Nicolás Márquez tomó relevancia luego de que el propio escritor diera una entrevista hablando de supuestas estadísticas que afectan a la comunidad LGBTIQ+. Fue poco antes de que el escritor presentara su libro sobre Javier Milei en la Feria del Libro de Buenos Aires.

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El discurso de odio del escritor Nicolás Márquez mereció una fuerte respuesta por parte del activista Manuel Lozano.

El discurso de odio del escritor Nicolás Márquez mereció una fuerte respuesta por parte del activista Manuel Lozano.

En este contexto, Manuel Lozano compartió un personal y desgarrador testimonio en un programa de radio que, solo en Instagram, tiene más de 5 millones de reproducciones. Lozano, una persona homosexual, habla sobre los efectos concretos que los discursos de odio tuvieron en su vida, particularmente en su infancia.

Este miérciles, en el programa Santa Siesta, que se emite por AIRE, Lele Wolkovicz, señaló que cuando se trata de estos discursos, es clave “sacarlos rápidamente del terreno de lo personal y entender el clima en el que estamos”. El activista recalcó, además, que es ingenuo pensar que ciertas formas de violencia y homofobia ya quedaron atrás, porque “en estos momentos salen nuevamente a la luz”.

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La promoción de los discursos homoodiantes tiene impacto real en la población, porque personas que piensan de esta manera pueden sentirse validadas por la proliferación de la homofobia en el “mainstream” y, como ocurrió en la pensión de Barracas, donde un hombre prendió fuego a dos parejas de lesbianas: dos de las mujeres murieron y las dos sobrevivientes se encuentran en un delicado estado de salud.

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Dos parejas de lesbianas fueron atacadas en una pensión. Una falleció y tres se encuentran en grave estado.

Dos parejas de lesbianas fueron atacadas en una pensión. Una falleció y tres se encuentran en grave estado.

De esta forma, es importante recalcar que el discurso de odio no tiene nada que ver con la libertad de expresión ni con el hecho de “pensar distinto”, sino que sus mensajes se convierten en violencia real que afecta de forma concreta y hasta letal a personas.

Así, cuando se trata de discursos de odio que pueden poner en peligro la vida de las personas, hay que tener cuidado a la hora de reproducirlo, ya que “tiene un efecto como de publicidad”, explica Wolkovicz.

Las estadísticas y el estigma: el problema de citar números

Nicolás Márquez respalda y justifica su discurso homoodiante con estadísticas y números bastante dudosos. Sin embargo, Lele Wolkovicz resalta algo importante que hay que tener en cuenta: muchas veces es el propio odio de la sociedad el que afecta al colectivo LGBTIQ+, y no sus expresiones de género o preferencias sexuales.

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La libertad de expresión no debe ser utilizada para justificar discursos de odio.

La libertad de expresión no debe ser utilizada para justificar discursos de odio.

“Cuando hablamos de la tasa de suicidios, es atribuible al nivel de violencia social que hay”, señala Lele. “Hace años venimos denunciando los efectos que tiene la discriminación en la salud y en la vida de las personas. Esta es una manifestación de esta violencia”.

“No somos nosotros mismos los que nos hacemos mal, es la sociedad la que nos violenta”, agrega con contundencia el activista santafesino.

Mirando al futuro: cómo contrarrestar el odio

Los discursos de odio, como los reproducidos por Nicolás Márquez, recuerdan que hay discusiones que deben seguir dándose, que la idea de que “está todo bien”. La educación sexual integral, los derechos sexuales y reproductivos y la anti discriminación son herramientas por las que hay que seguir apostando para identificar cómo, como sociedad, se puede construir un mundo más libre para todos.

Mirá la entrevista en AIRE a Lele Wolkovicz

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