La lavanda es sinónimo de calma. Con su perfume suave y sus flores lilas, esta planta aporta bienestar, color y frescura al hogar. Además, es muy resistente y puede cultivarse tanto en macetas como en el jardín.
Cuidado de las plantas en casa: cómo podar y usar la lavanda
La lavanda (Lavandula angustifolia) es una planta que necesita sol directo al menos seis horas por día y suelos bien drenados. No tolera el exceso de humedad, por lo que se recomienda regarla solo cuando la tierra esté seca.
Después de la floración, conviene podarla para estimular nuevos brotes y mantener una forma compacta.
Las plantas de lavanda son las más elegias para perfumar el hogar.
Las plantas de lavanda son las más elegias para perfumar el hogar.
Además de su valor decorativo, la lavanda es conocida por sus propiedades relajantes y antiestrés. Sus flores pueden usarse secas para preparar saquitos aromáticos, aceites esenciales o infusiones naturales. En el jardín, también atrae abejas y mariposas, ayudando a la polinización.
Tener lavanda en casa es una forma simple de conectar con la naturaleza y disfrutar de sus beneficios. Con el cuidado adecuado, florece año tras año, llenando de aroma y color los espacios.