Un video con más de 7.5 millones de reproducciones en TikTok causó revuelo por mostrar una foto familiar en donde aparece una aterradora y desconocida señora.
Lo cierto, es que la usuaria Aylin Dávalos fue quien compartió el video de la foto en donde aparece su hermano feliz abriendo unos regalos, y detrás de él una aterradora señora a la que ninguno de sus familiares conoce.
Nadie recuerda tampoco haberla visto en la fiesta, pero resulta que la mujer está allí, luciendo una sonrisa diabólica, por lo que ahora la familia se pregunta si solo se trató de una colada o en verdad era una entidad sobrenatural.
Cabe destacar, que la aterradora señora porta una blusa blanca, cabello negro rizado y medio recogido, es morena y parece una adulta mayor, pero lo verdaderamente espeluznante es su sonrisa.
TikTok: foto escalofriante
En tanto, como nadie de la familia sabe quién es, las tías recomendaron a la mamá del niño quemar la foto, con el propósito de que, en caso de que sea una entidad diabólica, no los perjudique tenerla cerca.
Así lo hicieron: el video en TikTok termina con una instantánea de la foto ya rota y siendo quemada. Ahora “la aterradora señora ya no podré lastimar a la familia”, comentaron los internautas.
Tras el episodio, usuarios de TikTok arriesgaron hipótesis sobre lo ocurrido: “Era la vecina”, “La señora toda emocionada viendo cómo el niño abre sus regalos”, “Era una amiga de las tías, pero ya ni la recuerdan” y “¿Tengo que quemar mi celular?”, fueron algunos de los posteos.
“Era la doñita que les rentó el salón”, “No, era la prima de la bisabuela que era hermana del tío del hermano”, “El fantasma viendo cómo abren su regalo y le queman su recuerdo” y “¿Y quemarla exactamente para qué sirve?”, fueron otros.
La intrigante historia de los "fantasmas" que aparecen en las fotografías
Es febrero de 2015 en el Palacio de Hampton Court, en Londres. Holly Hampsheir, de 12 años, agarra su iPhone para hacerle una foto a su prima Brook.
Al día siguiente, ambas descubren que Brook no era la única en la foto. Una mujer alta, gris, que parece cubierta con una capa, la sigue. En una segunda foto, sin embargo, no aparece.
¿Es una sorprendente imagen de una torturada y extraña aparición o algo, digamos, con más sentido?
La respuesta, como veremos, dice más sobre cómo sacan las fotos los teléfonos inteligentes que sobre el mundo sobrenatural.
De hecho, este fantasma gris es solo la más reciente aparición en la fascinante historia de la fotografía de espíritus.
Desde la invención de la cámara han aparecido fantasmas en las fotos. Y con cada avance tecnológico emergen, o son conjurados deliberadamente, nuevos tipos de trazos fantasmales.
Impostores
Las raíces de la fotografía de espíritus se encuentran en el siglo XIX.
Durante las décadas de 1850 y 1860, muchos fotógrafos experimentaron con nuevos efectos, como las imágenes estereoscópicas y la doble exposición.
Pero algunos fotógrafos sin escrúpulos se dieron cuenta pronto de que podían explotar estas técnicas para obtener un beneficio económico.
Se cree que un fotógrafo aficionado estadounidense, William Mumler, fue el primero en capturar un "espíritu" en una fotografía, a principios de 1860.
La imagen parecía mostrar la aparición de su primo muerto. Se hubiese o no producido esa visita fantasmal, no pasó mucho tiempo hasta que los trucos de Mumler para capturar a los muertos en carrete se hiciesen muy populares.
Al principio, los expertos tuvieron dificultades para encontrar algo falso en las fotografías de espíritus de Mumler.
Así que el fotógrafo aficionado se convirtió en profesional, montando un lucrativo negocio alimentado por los familiares de los muertos en la guerra civil estadounidense que buscaban lograr algún tipo de conexión con sus seres queridos.
Es probable que Mumler lograra las imágenes insertando una placa de vidrio positivada preparada previamente con la imagen de los muertos en su cámara, que colocaba frente a la placa sin utilizar usada en la fotografía de sus clientes.
Esta técnica de doble exposición no solo capturaba la imagen del cliente en cuestión, sino también la imagen fantasmal de la placa de vidrio situada delante.
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