Con la llegada del verano, miles de familias buscan escapar de la rutina y comienzan a planificar destinos rodeados de naturaleza y llenos de aventura. Tucumán, la provincia más pequeña de la Argentina, sorprende con lugares mágicos que combinan paisajes imponentes, biodiversidad y un legado histórico fascinante, perfecto para una escapada en familia.
Vacaciones a la aventura en Tucumán, dos lugares mágicos rodeados de naturaleza e historia.
Dentro de esta provincia histórica existen dos destinos imperdibles, los cuales esperan a quienes desean vivir una experiencia inolvidable: el Parque Sierra San Javier y el Parque Nacional Aconquija.
Parque Nacional Aconquija: aventura y legado ancestral
Ubicado en el noroeste de Tucumán, el Parque Nacional Aconquija se extiende por 74.000 hectáreas que resguardan un impresionante patrimonio natural y cultural. Este destino atrae tanto a los aficionados al trekking como a quienes desean descubrir la historia de los pueblos originarios que habitaron estas tierras.
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Entre sus rutas más destacadas se encuentran los senderos hacia “Pueblo Viejo del Aconquija” y “La Ciudacita”, dos sitios arqueológicos que reflejan la importancia de estas tierras durante el Imperio Incaico. Cada paso en estos caminos conecta a los visitantes con siglos de historia mientras atraviesan paisajes que van desde yungas hasta alturas andinas.
Es fundamental registrarse en el Centro de Informes Santa Rosa antes de comenzar cualquier recorrido. Esto asegura una experiencia segura y bien organizada, especialmente en zonas con acceso más complejo. Las caminatas por el parque no solo desafían físicamente, sino que también regalan momentos de contemplación únicos en un entorno natural de inigualable belleza.
Parque Sierra San Javier: un refugio natural cerca de la ciudad
A tan solo 25 kilómetros de San Miguel de Tucumán, el Parque Sierra San Javier es un oasis de naturaleza que abarca más de 14.000 hectáreas. Este espacio protegido invita a descubrir senderos rodeados de vegetación autóctona y una fauna diversa que encantan a los amantes del ecoturismo.
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Dentro del parque, el Jardín Botánico y la Reserva Experimental Horco Molle ofrecen oportunidades únicas para quienes buscan conectar con el entorno desde una perspectiva educativa y científica. Las caminatas por sus senderos permiten observar aves, mariposas y otros animales característicos de la región, mientras se disfruta de la sombra de frondosos árboles.
Los visitantes también pueden aprovechar miradores naturales que regalan vistas panorámicas de la ciudad y los cerros. Este parque representa una combinación ideal entre aventura y tranquilidad, siendo perfecto para quienes buscan un escape rápido pero significativo.
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