En el corazón de los Valles Calchaquíes, provincia de Salta, envuelto por un paisaje de montañas rojizas, se encuentra un pequeño pueblo muy pintoresco que se volvió fantasma cuando dejó de pasar el tren y ahora es el destino perfecto para una escapada en familia.
Escapada a Alemania, un pequeño pueblo de los Valles Calchaquíes
Se trata de Alemania, una localidad escondida que lleva el nombre de un país europeo y guarda relatos de esplendor, decadencia y renacimiento. Más que un simple punto en el mapa, Alemania es un símbolo de resistencia frente al paso del tiempo y las adversidades que marcaron su destino.
La historia de Alemania comienza a principios del siglo XX, cuando fue fundada por trabajadores ferroviarios que llegaron con una misión ambiciosa: extender el Ramal C13 del tren. Este proyecto pretendía conectar la ciudad de Salta con el paso de San Francisco, una frontera natural entre Argentina y Chile. Las vías debían atravesar los imponentes Valles Calchaquíes y la Quebrada de las Conchas, una obra de ingeniería en un entorno agreste, pero majestuoso.
Alemania, que llegó a contar con 200 habitantes en su momento de esplendor y en el centro del pueblo había una delegación policial, una oficina de correos, hoteles modestos y algunas fondas en las que se podía comer buenos platos a precios populares.
Sin embargo, el destino de Alemania quedó marcado por un acontecimiento que ocurrió a miles de kilómetros de distancia: la Primera Guerra Mundial. Con el estallido del conflicto en Europa, los recursos económicos destinados a la expansión ferroviaria se paralizaron y el Ramal C13 quedó inconcluso. Las obras se detuvieron, y la esperanza de conectar Alemania con Chile se esfumó. La economía del pueblo, que dependía casi exclusivamente del ferrocarril, comenzó a ir cuesta abajo.
En las décadas siguientes hubo intentos esporádicos por retomar el proyecto, pero nunca lograron concretarse. De esta manera, Alemania solamente quedó conectada con el tren que la única con la localidad de General Güemes hasta que en 1971 ese ramal fue cancelado, por lo que la estación quedó en desuso y lo que alguna vez fue un pueblo vibrante poco a poco comenzó a convertirse en un pueblo fantasma.
El resurgir turístico de Alemania
Algunas décadas más tarde Alemania comenzó a recibir turismo y la vieja de estaciones de trenes fue restaurada, hasta convertirse en un atractivo histórico que actualmente alberga un pequeño restaurante y un café donde los turistas pueden disfrutar de un buen almuerzo en el marco de un paisaje imperdible.
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Este pueblito además cuenta con una feria artesanal donde los artesanos locales venden productos únicos, desde cerámicas hasta tejidos tradicionales. Además, la Cascada de Alemania, escondida en un entorno rural de belleza inigualable, se ha convertido en una parada obligatoria. Sus aguas caen en un entorno natural que parece salido de un cuento, ofreciendo un espectáculo visual impactante.
Hoy, Alemania sigue en pie gracias a 10 familias que decidieron quedarse y darle vida a este lugar cargado de historia. Son ellos los guardianes de un legado que no se dejó vencer por el tiempo ni por la adversidad. Cada casa de adobe, cada calle de tierra y cada piedra de la vieja estación cuentan la historia de un pueblo que supo sobrevivir a la soledad y al olvido.
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