En el corazón de la provincia de Córdoba, la ruta hacia Falda del Carmen se revela no solo como un viaje a través de paisajes pintorescos, sino también como una invitación a una escapada para explorar los sabores más auténtica de la región.
Un pequeño pueblito con sabores únicos y hermosos paisajes.
Escapada a un pequeño pueblito con sabores únicos
Entre los tesoros escondidos en esta ruta, se encuentra el legendario almacén Quito, una joya con más de 130 años de historia que se convirtió en un punto de encuentro gastronómico imprescindible en el recorrido.
Este emblemático almacén de campo, que en sus orígenes sirvió de refugio a viajeros y locales, hoy mantiene su encanto y fama intactos. Su ambiente invita a los visitantes a sumergirse en una experiencia única, donde el tiempo parece detenerse.
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Lo que hace especial a Lo de Quito no son solo sus paredes cargadas de historias, sino sus incomparables sándwiches de fiambre. Abundantes, jugosos y pincelados con manteca, estos sándwiches son una verdadera celebración de sabor, capaces de cautivar a cualquier paladar. Se dice que visitar Falda del Carmen y no degustar los sándwiches de Lo de Quito es como no haber estado allí.
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Además, en esta localidad se encuentran otras joyas gastronómicas, entre ellas la Gran Vadori, una posta serrana que cautiva con su antigua casona restaurada, la cual cuenta con historia y encanto con sus reminiscencias jesuíticas.
Por otro lado, la Pulpería de Achával emerge como una parada obligatoria para los amantes de la buena mesa, ofreciendo una selección de empanadas, pastas caseras, asados de excelencia y pescados a la parrilla.
Sin lugar a dudas, estos lugares ofrecen a los visitantes un gran abanico de sabores y experiencias que son obligatorios conocer si se visita Falda del Carmen.
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