Las tareas de reparación finalizaron esta tarde, mediante el trabajo del personal técnico de la empresa concesionaria Iguazú Argentina, tras cuatro jornadas de intenso trajín para habilitar el paseo peatonal hacia el mirador del Salto Unión, conocido como Garganta del Diablo.
Por otra parte, las autoridades reiteraron que los visitantes no deben alimentar a las especies autóctonas que habitan en el área protegida, para contribuir a la conservación del parque, distinguido como Patrimonio Mundial por la Unesco.
Después de varios años de sequía, una importante crecida en el caudal de agua en las Cataratas del Iguazú obligó a la clausura de las pasarelas de la Garganta del Diablo. Abundantes lluvias en las altas cuencas hicieron crecer en forma robusta el caudal, por lo que la empresa concesionaria de los servicios de la zona, Iguazú Argentina, cerró el acceso a la Garganta del Diablo.
El pasado viernes 3 a la mañana, el caudal llegó a diez mil metros por segundo, mientras que la firma explicó que se trataba de un cierre preventivo, con el fin de evitar daños a las barandas, además de proteger a los visitantes.
El último cierre del acceso a la Garganta del Diablo se había producido el 3 de diciembre del 2015 cuando el caudal superó los 11.000 cúbicos por segundo, mientras que en 2014, una creciente extraordinaria en el que se superó los 47 mil metros cúbicos.
Un año antes, el río Iguazú había sufrido una creciente extraordinaria y llegó a superar los 47.000 metros cúbicos por segundo, lo que provocó el desprendimiento de algunos tramos del piso de las pasarelas.
Del lado brasileño, la Compañía Paranaense de Energía (Copel) indicó en un comunicado difundido por Xinhua que el volumen de agua del río Iguazú que da lugar a las cataratas superó al considerado como normal de 1,5 millones de litros, al registrar este viernes más de 10 millones de litros por segundo.
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