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Sociedad Día Internacional de la Mujer | 8M |

Reinas de la Noche: sanación y militancia en el escenario

La obra de teatro repasa desde experiencias personales las violencias sociales e institucionales que sufren históricamente las personas trans y no binaries. Y, a la vez, es un espacio para compartir ese peso con el público para que sea más liviano y se multiplique en una lucha colectiva.

Las luces están apagadas, el murmullo del público se silencia de a poco y, de repente, en escena aparece una de ellas. Es una verdadera reina, pero llegar a serlo le costó años de persecución, de violencias y, muchas veces, casi la vida. “Reinas de la Noche. Leyendas de Vida” es una obra que recorre las experiencias personales de Estrella Cardozo Kauffman, Shazmín Ramos Moreira, Rubí Anderson y Jule Díaz, bajo la dirección de Selma López.

Para entender esta obra sin verla es necesario conocer algunos datos como que las personas trans y travestis tienen una esperanza de vida de 45 años como resultado del casi nulo acceso a la educación, la salud, la vivienda y el trabajo. Además, hay que recordar que, hasta la derogación de los artículos 83, 87 y 93 del Código de Faltas de Santa Fe en 2010, fueron perseguidas, encarceladas y maltratadas por el Estado democrático.

Cuando sube al escenario Shazmín brilla, sus rulos rubios y el vestido corto blanco le dan un aura que la despega del escenario y la transforman en una verdadera princesa que está lista para ser la reina de la noche. Su historia es similar a la de sus compañeras. No pudo terminar la escuela y desde muy chica encontró en la prostitución un fuente de subsistencia. Durante años fue perseguida y hostigada por la policía hasta que, finalmente, con la sanción del cupo laboral trans travesti pudo encontrar otra fuente laboral y proyectar una vida diferente. Lo que nunca cambió fue su amor por el arte.

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Desde el escenario se convoca a quienes observan a recorrer historias verdaderas de cuatro generaciones desde una sobreviviente trans hasta una persona no binaria.

Desde el escenario se convoca a quienes observan a recorrer historias verdaderas de cuatro generaciones desde una sobreviviente trans hasta una persona no binaria.

“Nosotras, las que sobrevivimos, muchas nos tiramos para el lado del arte, empezamos haciendo shows y, después, hemos terminado en algún que otro teatro importante como el Municipal. Mi hermana Rubí y yo somos dos mujeres trans que siempre nos subimos a los escenarios, algunos más pequeños y otros más grandes”, remarca en diálogo con Aire Digital y reseña la vez que compitieron en Carlos Paz por un premio Carlos en la categoría Café Concert, “éramos todo un grupo de mujeres trans y ganamos”.

“Nosotras, las que sobrevivimos, muchas nos tiramos para el lado del arte, empezamos haciendo shows", dijo Shazmín Ramos Moreira

Realizar esta obra es para ella y sus compañeras una oportunidad de dejar registro de sus vivencias, sanarlas y llamar a la reflexión de las nuevas generaciones sobre cuál fue el camino que hoy permite, aun con desigualdades en su cumplimiento, contar con la ley de identidad trans que garantiza el acceso a su nombre y sus derechos.

“No nos resulta traumático porque es todo lo contrario. Si bien revivimos lo que hemos pasado y no podemos evitar emocionarnos, la obra tiene un significado muy importante: poder transmitirle a las nuevas generaciones lo que hemos pasado. Hay muchas compañeras chiquitas que no saben”, reconoce y aclara: “Queremos que se enteren lo que hemos pasado no para que nos rindan homenaje porque abrimos camino sino para que sepan que en Santa Fe también hay una historia que contar”.

“Reinas de la Noche. Leyendas de Vida”

La idea de armar esta puesta en escena fue de la directora Selma López, quien hace tiempo trabaja en talleres con personas del colectivo LGBTIQ+ (lesbianas, gays, trans, intersex, queer y más). A partir de esa labor identificó que había una serie de historias para contar, pero también un desafío para hacerlo si se tomaban solo las herramientas tradicionales de los espacios de formación y experimentación teatral.

“Los proyectos de muestra de taller quedaban inconclusos, ya que la población trans tiene problemáticas que fui aprendiendo, conociendo, entendiendo y empatizando cada vez más. Algunas trabajaban de noche y se quedaban dormidas para ir al taller, otras no tenían dinero para el colectivo, otras no iban por haber sufrido alguna situación de violencia y así. Pero, al menos, una muestra final como work in progress se podía realizar con las que estén. De ahí nace mi deseo y me quedo con las ganas de mostrar esta realidad con una obra de teatro”, recuerda Selma López en diálogo con Aire.

Conociendo esa idea, Gaia Redero —integrante de la ONG Acción Educativa— la convoca para colaborar con una obra teatral que abarque la temática. Enmarcada en un programa de sensibilización y conquista de derechos surge la obra que cuenta el camino individual y colectivo de estas luchadoras por su identidad y sus derechos.

Desde el escenario se convoca a quienes observan a recorrer historias verdaderas de cuatro generaciones desde una sobreviviente trans hasta una persona no binaria. Descubrirán violencias que nunca imaginaron y lazos que salvan vidas que muchas veces no están en el centro de las escenas que se viven día a día.

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La obra revela violencias que nunca imaginaron y lazos que salvan vidas que muchas veces no están en el centro de las escenas que se viven día a día.

La obra revela violencias que nunca imaginaron y lazos que salvan vidas que muchas veces no están en el centro de las escenas que se viven día a día.

“La obra fue una creación colectiva en donde solo organice sus voces y puse una mirada poética. Tiene mucho humor, amor, dolor y catarsis. Homenajeamos a todas las mujeres trans víctimas de travesticidios”, cuenta López y sigue: “La obra tiene todo el esfuerzo de las actrices en escena que te llevan de la risa al llanto. El público queda fascinado”.

Estrella Cardozo es otra de las actrices que se sube al escenario a contar su historia. Tiene 49 años y desde los 17 años disfruta bailar y cantar debajo de los reflectores. Participó de una gran cantidad de espectáculos como vedette por lo que no era un mundo que le fuera ajeno. Pero lo que no imaginaba eran las puertas que esta obra le iba a abrir.

“Nunca me imaginé que iba a ir a la universidad y le iba a contar a estudiantes de abogacía y de trabajo social lo que viví. Me parece muy importante que quienes van a ser profesionales sepan lo que hicieron con nuestras compañeras, que fueron detenidas, perseguidas, llevadas en patrulleros, mal atendidas en los hospitales. Porque la democracia para nosotras no llegó en el 83. Todo el mundo tendría que saberlo”, resalta al charlar con Aire.

Su historia y la de Shazmín dan cuenta de las agresiones más duras en democracia y de la muerte de una gran cantidad de compañeras producto de la ausencia del Estado para protegerlas y de una sociedad profundamente transodiante. Son minutos tensos, arriba y abajo del escenario las lágrimas caen por igual.

Para Estrella uno de los momentos más emocionantes de la obra es cuando termina y la gente se acerca a hablar con ellas. “Hay chicos varones que se han parado a pedirnos perdón por todo lo que hemos pasado. Nosotras quedamos sin habla porque ¿qué le podemos contestar a alguien que nos pide perdón a nombre de terceros?”, agrega.

La memoria como trinchera

Reinas de la Noche se presentó durante 2022 en distintos espacios de la ciudad. Tenían previsto volver al escenario en el marco del Mes de las Mujeres y Disidencias que organiza la Municipalidad de Santa Fe, pero, por problemas de salud, no podrán hacerlo. Aún no saben cuándo será la próxima presentación, pero abrigan la idea de que la obra siga como un espacio que visibilice e invite a la reflexión colectiva.

En tiempos donde hubo grandes avances en el ejercicio y respeto de los derechos de las personas trans, travestis y no binaries, las integrantes de la obra coinciden en el valor de recuperar la memoria para entender que las conquistas son colectivas y, como suele pasar, están construidas con la vida de muchas personas que no llegaron a disfrutarlas.

“El mensaje que se tiene que llevar la gente es que nosotras nunca fuimos monstruos ni degenerados. Muchas veces se asoció a las travestis con el degeneramiento, las drogas y la prostitución y no era así. Ser travesti era mala palabra y muchas compañeras tenían miedo de salir a la calle”, marca Estrella.

Y Shazmín agrega: “Más allá de que hay una ley de identidad de género que nos ampara muchos derechos se siguen aun vulnerando. Hay leyes que no se nos respetan y, por ahí, la gente piensa que porque somos travesti y trans no tenemos derecho. Ojalá vean que somos todos iguales. Esta obra para mí es un orgullo. Es muy importante poder contar esta historia y pedirle al mundo que esto ya no pase más. Ojalá no pasara nunca más”.