En una entrevista con el programa Algo que decir, que se emite los domingos por AIRE, Gabriela relató con emoción y detalle la tragedia que atravesó su familia y cómo transformó su dolor en un compromiso por la seguridad de todos los pacientes.
“Nicolás tenía 24 años y le dolía mucho la cabeza. Lo atendió un médico que nos conocía, sin hacer análisis ni estudios complementarios y equivocó el diagnóstico por minimizar nuestra palabra”, contó Gabriela. Nicolás, campeón de Jiu Jitsu en el Mercosur y acostumbrado a su fortaleza física, sufrió un dolor de cabeza intenso que no se detuvo pese a los analgésicos recetados por el profesional.
Aquel médico incluso mintió sobre los resultados de los estudios que Gabriela pidió y que finalmente revelaron un cuadro grave: Nicolás tenía meningitis bacteriana y llegó al hospital con daño cerebral irreversible y en coma. “Perdí lo más amado en mi vida. Se fue mi vida con él. Pero apenas esto ocurrió, me empecé a preguntar… y así empecé a escribir una ley, sentada llorando en la cocina de mi casa”, relató conmovida.
Una ley preventiva para evitar tragedias
La ley Nicolás tiene un enfoque netamente preventivo, inspirado en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre seguridad del paciente. A partir de su implementación, el Estado deberá registrar todos los casos de mala praxis y eventos adversos en el sistema federal SISA, generando estadísticas anuales y garantizando la verificación de aptitud y capacidad del personal de salud.
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Con 69 votos afirmativos y solo uno en contra en el Senado de la Nación, la medida busca mejorar la atención de los pacientes, la calidad del trabajo médico y prevenir eventos adversos en los centros de salud.
“Cada institución pública o privada tendrá la obligación de consultar el sistema SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino) antes de contratar personal médico, asegurando que cuenten con título habilitante y que no tengan antecedentes de mala praxis”, explicó Gabriela. La ley busca garantizar una asistencia sanitaria humana, segura y de calidad, evitando que episodios como el de Nicolás se repitan.
Gabriela también aclaró que el médico responsable fue condenado a tres años de prisión, tras un juicio penal que ella impulsó, y enfatizó que no buscó compensación económica: “Mi hijo no tiene precio, mi hijo tiene valor”.
El reconocimiento y la adhesión de Santa Fe
Antes de finalizar la entrevista, Gabriela destacó con alegría que la provincia de Santa Fe fue la primera en adherir a la Ley Nicolás cuando era solo una iniciativa. "Les agradezco a los santafesinos porque, sin saberlo, fueron los primeros que ayudaron en esta ley. Aguante Santa Fe que creyó cuando nadie creía", concluyó.