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Sociedad Azul Montoro | femicidio | trans

Histórica condena: prisión perpetua para el femicida de una joven trans

Una condena que sienta jurisprudencia: por primera vez en Córdoba se caratula como femicidio el asesinato de una mujer trans. Azul Montoro tenía 23 años cuando Fabián Casiva la mató de 17 puñaladas.

 

Redacción Aire Digital

“¡Señor, señora, no sea indiferente! ¡Se mata a las travestis en la cara de la gente!”. Los cánticos se mezclaban con fotografías de Azul Montoro afuera de Tribunales II en Córdoba. La bandera LGBTIQ abrazaba a las amigas y familiares que esperaban la sentencia. Así, pasadas las 12 del mediodía, recibían la noticia: Fabián Casiva fue sentenciado a prisión perpetua por el femicidio de Azul Montoro. Argentina vivió un momento histórico gracias a la lucha del colectivo trans.

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“Se hizo justicia”, lloraba su madre. La joven trans tenía 23 años cuando fue asesinada la madrugada del 18 de octubre de 2017. Esa noche se encontraba en la zona roja de Córdoba cuando se cruzó con Fabián Casiva. De acuerdo a la acusación de la fiscalía, él le aseguró de que tenía dinero para pagar sus servicios de trabajo sexual y la convenció de ir en moto al departamento de Lara Godoy (amiga de Azul que estaba de viaje). Una vez allí, ella se negó y se produjo una discusión. Casiva la mató de 17 puñaladas. Antes de abandonar el lugar, acuchilló a un caniche y robó el celular y dinero de Azul. Su mejor amiga Lara Godoy declaró en el juicio: “si no hubiera sido por la plata, no se iba con él”.

Sobre el fallo histórico

Este jueves el juicio llegó a su fin. Lo que había sucedido no estaba en cuestión: la autoría del crimen era más que clara. El abogado querellante, el defensor y fiscal coincidían en que Casiva asesinó a Montoro. Lo que se debatía era la imputabilidad del acusado: en la etapa de instrucción las dos pericias realizadas habían dado resultados distintos. Sin embargo, a partir de la segunda fue declarado imputable y así logró elevarse la causa a juicio.

El tribunal en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 9ª Nominación lo condenó a prisión perpetua. Así lo habían solicitado tanto el fiscal Gustavo Arocena como el abogado querellante Tomás Aramayo. La imputación fue por tres delitos: homicidio calificado por mediar violencia de género (femicidio), hurto calamitoso (por el robo del celular de Azul) y daño (por la agresión a la perra de Lara Godoy), todo en concurso real.