Durante mucho tiempo, antes de desarrollar los instrumentos meteorológicos modernos, la humedad de la atmósfera se midió con el cabello seco de una mujer.En un momento, alguien se dio cuenta de que la elongación del cabello seco de una mujer (no graso) era directamente proporcional a la humedad presente en el aire. Con esto se logró crear un instrumento capaz de cuantificar esa elongación y se generó una escala para medirla. El instrumento es el termohigrógrafo.
Los meteorólogos explican que el pelo humano desengrasado tiene la propiedad de cambiar de longitud según la humedad del aire. Cuando hay humedad, el alargamiento de un cabello de mujer es de un 2%.
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Por eso, cuando hay humedad, las mujeres tienden a hidratar el cabello para darle peso, con aceites, para evitar los cambios bruscos en el cabello.