Desde un pequeño centro con tres consultorios hasta convertirse en una institución de Santa Fe que recibe más de 12.000 pacientes al mes, Diagnóstico por Imágenes es un caso ejemplar de cómo la combinación de tecnología de punta, atención integral de salud y visión empresarial puede transformar el mapa sanitario de una región.
“No existía un lugar donde te puedas hacer todo: radiología, ecografía, tomografía. Entonces fuimos pioneros en integrar todo eso en un solo centro en Santa Fe ”, recordó el Dr. José Luis Sañudo, mentor y actual director del centro, quien se formó en Rosario con la convicción de volver a su ciudad para aportar valor.
Escuchar al paciente, responder con innovación
Ese sueño inicial, nacido hace 33 años, fue creciendo con un objetivo claro: resolver integralmente las necesidades del paciente. “Todo va surgiendo de acuerdo a lo que necesita el paciente y nuestro medio. Nosotros tratamos de estar atentos a eso y actuar en consecuencia”, explicó Sañudo.
El crecimiento no se detuvo. Cuando el espacio quedó chico, se expandieron físicamente, inauguraron sedes, incorporaron nuevas tecnologías y llegaron a atender pacientes de toda la provincia e incluso de Entre Ríos. “Tenemos un mapa que indica de dónde vienen los pacientes. Hasta de la costa del Uruguay llegan por nuestro resonador 3 Tesla, único desde Rosario hacia el norte”, comentó.
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Tecnología de punta, pero con calidez humana
En Diagnóstico por Imágenes, la tecnología es un pilar, pero no el único. “Son tres pilares fundamentales: el equipamiento, la profesionalización y la atención. Y empezaría por esta última”, enfatizó Sañudo.
El centro no solo invierte en máquinas de última generación, sino también en capacitación permanente y recursos humanos con vocación, que son “la clave para brindar un servicio que realmente contenga al paciente”.
Ese enfoque empático no es casual. “Cada paciente llega con una ansiedad diferente. Hay que contenerlo, acompañarlo. Eso está en cada una de las personas que trabajan con nosotros”, explicó el médico, que remarca la importancia de involucrar a todo el equipo en la misión institucional.
“Todo el mundo lo sabe: vos le tenés que resolver el problema al paciente. Lo saben los de seguridad, las chicas de limpieza, los técnicos. Eso genera una cadena positiva de recomendación boca en boca", agregó.
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Con 95 empleados y 49 médicos, el centro también se convierte en un motor económico local. “Para nosotros, generar empleo es un logro. Sobre todo cuando se trata del primer empleo de alguien que llega sin nada”, dijo con orgullo Sañudo, quien aclara que la rentabilidad no es el fin, sino una consecuencia.
“No hay que poner la ganancia arriba de todo. Tenés que hacer bien lo que hacés, resolver el tema del paciente, y recién después, el volumen te ayuda a crecer y a reinvertir”, agregó.
La reinversión es otra constante. Actualmente se encuentran en trámites para expandirse aún más, con nuevos proyectos edilicios y de equipamiento, siempre atentos a las necesidades de la comunidad. “No atendemos más pacientes porque no nos da la capacidad. Por eso estamos esperando habilitaciones para ampliar,” sostuvo.
El legado de Sañudo va más allá de lo médico. También supo delegar y preparar a las nuevas generaciones, como su hija Mercedes, para que la filosofía de atención y mejora continua perdure. “El ciclo tiene un fin y hay que trabajar para eso. Si no delegás, vas a cargar con una mochila que es imposible”, indicó.
La historia de Diagnóstico por Imágenes es, en definitiva, la historia de una visión que se convirtió en realidad con esfuerzo, formación, humanidad y una profunda conexión con la comunidad. “Si hay algo que define lo que hacemos es la pasión. Desde la cabeza tiene que haber pasión y esa energía se transmite”, concluyó.
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