Según explicaron los profesionales a cargo de su tratamiento, el infarto cerebral se habría producido por una obstrucción arterial aguda, muy probablemente relacionada con una lesión en la arteria carótida.
“Tenemos una alta sospecha de que se trató de una embolia cerebral provocada por una placa de aterosclerosis en la arteria carótida”, señaló el doctor Néstor Carrizo, jefe de terapia intensiva del hospital.
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Este tipo de lesiones se generan cuando placas de grasa y colesterol se acumulan en las paredes de las arterias. Con el tiempo, esas placas pueden romperse, liberar coágulos y generar una trombosis o embolia: es decir, un bloqueo repentino del flujo sanguíneo hacia el cerebro.
¿Qué tipo de ACV sufrió Locomotora?
El diagnóstico confirmado es un ACV isquémico, el más frecuente de los accidentes cerebrovasculares, que ocurre cuando una arteria cerebral se tapa y deja sin oxígeno una parte del cerebro. En el caso de Oliveras, la arteria afectada fue la arteria silviana, una de las principales responsables de irrigar el hemisferio izquierdo del cerebro.
Ese sector controla funciones esenciales como el lenguaje y la motricidad del lado derecho del cuerpo, por lo que los especialistas anticipan la posibilidad de secuelas neurológicas, aunque aún es temprano para saber su alcance.
¿Tenía factores de riesgo?
De acuerdo con lo informado por los médicos, Oliveras no presentaba antecedentes conocidos de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o dislipemias, que suelen ser factores de riesgo clave para eventos cerebrovasculares.
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Oliveras no presentaba antecedentes conocidos de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o dislipemias, que suelen ser factores de riesgo clave para eventos cerebrovasculares.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
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Sin embargo, Carrizo advirtió que “cada vez es más común ver infartos cerebrales en personas jóvenes sin antecedentes clínicos claros”. Entre las causas posibles se incluyen factores genéticos, predisposición hereditaria, lesiones no detectadas a tiempo o incluso el impacto acumulativo del estrés físico y emocional extremo.
¿Qué es una lesión carotídea?
La arteria carótida es una de las principales vías de irrigación del cerebro. Cuando su pared interna sufre daño —por acumulación de lípidos, por ejemplo— puede formarse una placa aterosclerótica. Si esa placa se rompe, libera fragmentos que viajan por el torrente sanguíneo y pueden tapar arterias más pequeñas, como ocurrió en este caso.
Este mecanismo se conoce como embolia arterio-arterial y es una de las causas más peligrosas de ACV isquémico.