El paro universitario de una semana convocado a nivel nacional volvió a exponer la profundidad de la crisis que atraviesan las universidades públicas. En Santa Fe, el decano de la Facultad Regional de la UTN, Eduardo Donnet, describió un deterioro progresivo: un “desgaste silencioso” que se acumula sin diálogo con el Gobierno y con un impacto directo en la calidad académica.
El conflicto universitario alcanzó un nuevo punto de tensión con el paro nacional que se extiende hasta el 6 de diciembre.
Un sistema que “se va apagando”: la UTN perdió al 20% de docentes
Para Donnet, los últimos dos años estuvieron marcados por una relación inexistente entre las universidades y la gestión nacional. “No hay diálogo, es lo que caracteriza los dos años de gestión de este gobierno y la relación con las universidades”, afirmó en diálogo con AIRE, en el programa CREO.
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Ese vacío, sostiene, desembocó en un escenario crítico: “Sucede un desgaste silencioso que va como un árbol al que se le corta el riego, lentamente se va apagando. Docentes se nos van, no docentes que necesitan buscar otros trabajos, lentamente se van apagando luces que nos dejan en una posición muy incómoda”.
La merma en la planta docente se volvió visible. Según el decano, en los últimos dos años renunció un 20% del cuerpo docente, incluidas jubilaciones anticipadas. “Son docentes formados con mucha carga de conocimiento, que vamos perdiendo lentamente, y que vamos reemplazando por gente joven”, explicó.
Recortes que afectan la actividad académica
La crisis presupuestaria obligó a la facultad a tomar decisiones internas. “Hicimos algunos recortes a principios del año pasado, bajando la actividad en la última hora, recortamos el final de la jornada. Los otros recortes fueron impuestos; los laboratorios se van envejeciendo y eso atenta directamente contra la calidad educativa”, señaló Donnet.
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El retraso presupuestario, añadió, se volvió estructural. “Hay un retraso de un 40 por ciento para el salario de los docentes, y el mismo porcentaje nos llega para gastos de funcionamiento. Lo demás tenemos que ponerlo nosotros de nuestra facultad”.
La expectativa para el próximo año es mínima pero urgente: “Lo que queremos es tener presupuesto. Ojalá este año podamos tener previsibilidad, es importante”.
El trasfondo del paro nacional
El conflicto universitario alcanzó un nuevo punto de tensión con el paro nacional que se extiende hasta el 6 de diciembre. La medida incluye la suspensión total de exámenes, sin reprogramación prevista, y responde al decreto presidencial 759/25, que suspendió la aplicación de la Ley de Financiamiento Universitario Nº 27.795.
Según Conadu Histórica, el decreto impide aplicar un aumento del 40,25% previsto para los básicos de julio de 2025, lo que profundiza el deterioro salarial de docentes y preuniversitarios, quienes “ya se encuentran por debajo de la línea de pobreza”. La federación advierte que los sueldos “están prácticamente congelados”.
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Aunque la Ley 27.795 sigue vigente, su implementación quedó en pausa por decisión del Ejecutivo al no haberse definido las partidas presupuestarias. El resultado: un sistema universitario presionado por el recorte, sin previsibilidad y con señales crecientes de desgaste humano y académico.
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