El relevamiento de la Liga Infantil de los Barrios (LIB) dejó cifras llamativas. El estudio que se realizó a lo largo de todo el año y en el que participaron 778 personas arrojó que el 20% de los chicos y el 44% de los adultos presentan alteraciones nutricionales. Mientras que el 89% depende del sistema de salud público. Desde la LIB destacan el rol que tienen los centros de salud en la vida de la comunidad y plantean la necesidad de articular nuevas formas de vinculación para detectar las patologías a tiempo.
El trabajo se realizó a lo largo de todo el año por enfermeras y médicos que integran el equipo de salud de la LIB. “Este año pudimos hacer el trabajo de manera más abarcativa, con la participación de casi 800 personas. Es una muestra amplia, algunos de los datos son esperables y otros más llamativos”, aseguró a AIRE Pablo Speziale, integrante de la LIB.
Entre los menores se trabajó para detectar el incumplimiento del calendario de vacunación y obtener datos nutricionales. Mientras que en los mayores también se buscó información vinculada con la alimentación, pero principalmente se detectaron factores de riesgo como presión arterial y glucemia.
El relevamiento de los menores arrojó que el 89% del total recibe atención médica en los centros de salud. “Este aspecto es importante, porque se destaca la relación de los clubes con los centros de salud”, señaló Speziale.
Otro dato esperable fue el bajo porcentaje de vacunación incompleta por tratarse de chicos que tienen que estar vacunados antes de iniciar la escuela.
Desde la LIB aclararon que el trabajo no tiene como objetivo reemplazar al sistema de salud, sino destacar la importancia de relacionar los centros de salud con las instituciones de los barrios. “En este caso con los clubes, el debate que queremos dar es que pensamos como sistema de salud, si se trata de un centro de salud con cuatro paredes o si este debe salir a la población para abordar los casos de manera más rápida”, señaló Speziale.
Los factores alimentarios arrojaron datos llamativos tanto entre los chicos como en los adultos. El 20% de los chicos (120), presentan alteraciones nutricionales, 5% tiene bajo peso y una talla inferior para su edad, mientras que el 15% registran índices elevados.
“Nosotros no queremos suplir el sistema de salud, es algo que tenemos que defender, como horizonte tenemos que poder potenciar y trabajar en las deficiencias que tiene”, afirmó el entrevistado que sostuvo que el centro de salud debería abarcar más aspectos relacionados con la prevención y abordaje de casos. Al momento del estudio, solo el 10% presentó el calendario de vacunación incompleto.
Catalina Aruajo es enfermera, hace nueve años que participa en el Club Barcelona Jr. que integra la LIB y colaboró con el estudio que se difundió esta semana. "Es un balance positivo y triste a la vez, por la problemática socioeconómica. Se nota el escaso trabajo que se realiza en atención primaria de la salud. No sé si es por falta de recursos o de interés", afirmó la integrante del equipo de salud de la Liga que reiteró que el trabajo estaba enfocado en articular las acciones con los centros de salud.
El análisis de los datos de los adultos que participaron del estudio también contó con aspectos que deben ser abordados. El estudio recolectó información de 189 mayores.
“Los datos en relación con la cobertura social son similares en cuanto a la exclusividad del sistema de salud. En cuanto a lo alimentario los datos son llamativos, el 44% tienen déficit en la alimentación, un porcentaje más alto que los niños”, manifestó Speziale.
El 21.7% presentó sobrepeso, 14.3% obesidad y 8.5% bajo peso mientras que el 55.6% tenía valores adecuados. Se detectaron cinco casos de posibles casos de diabetes y 21 con presión arterial elevada. En lo que respecta a lo habitacional, el 80% no tiene acceso a cloacas, porque viven en barrios populares
"Lo importante de este relevamiento es poder articular con los centros de salud y que los pacientes lleguen a la atención primaria, algo que cuesta mucho en algunos barrios marginales", detalló Araujo.
“Este trabajo no es algo aislado, sino que se hace dentro del universo de la Liga que es poder detectar los problemas que el sistema de salud no logra identificar”, reiteró Speziale.
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