El último hecho ocurrió durante la madrugada del jueves 3 de julio en calle Francia al 1200. Un hombre llegó hasta el ingreso de un edificio, rompió con violencia el vidrio de la puerta principal —que estalló en mil pedazos— y entró al hall con un cuchillo entre los dientes. La secuencia quedó registrada en las cámaras de seguridad del edificio. Según se ve en las imágenes, el intruso fue enfrentado por un vecino que logró echarlo del lugar.
Video: con un cuchillo entre los dientes, un hombre destrozó la puerta de vidrio de un edificio en barrio sur
Apenas unos días antes, otro intento de ingreso se produjo en un edificio ubicado en 1° de Mayo al 1429, a solo dos cuadras de allí. En la madrugada del viernes 28 de junio, una persona fue captada por las cámaras de seguridad cuando intentaba forzar la puerta con una barreta.
“Estuvo merodeando el mediodía anterior, revisando la basura. Seguramente vino a ver cómo funcionaba el mecanismo de la puerta. Llevaba un buzo, lo reconocí cuando vi las imágenes”, contó una vecina del edificio.
Barrio sur: una zona cada vez más insegura
Vecinos de ambos edificios denuncian que la inseguridad se volvió moneda corriente y que la situación se agrava con el paso del tiempo. La cercanía con instituciones como la Legislatura provincial no disuade a los delincuentes, que actúan de forma rápida y violenta, muchas veces con armas blancas o herramientas para forzar accesos.
No se trata de casos aislados. En 2024, el mismo edificio de 1° de Mayo al 1429 había sufrido un hecho similar: un delincuente rompió el ingreso y se llevó el picaporte de la puerta principal. Y el hecho más recordado ocurrió en 2019, cuando un delincuente arrastró de los pelos a una adolescente para robarle el celular. Ese ataque, también registrado por cámaras, generó indignación a nivel nacional.
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“Ya no sabemos qué más hacer”
El hartazgo de los vecinos se refleja en sus palabras. “Ya no sabemos qué más hacer. Denunciamos, mostramos los videos, pero no hay respuestas”, afirmaron desde el edificio de calle 1° de Mayo. En Francia al 1200 la sensación es la misma: preocupación, miedo y la idea de que los robos pueden volver a repetirse en cualquier momento.