Las trajeron desde África en la década de 1940, cuando construyeron El Palomar de la Plaza Colón en la ciudad de Santa Fe; por su tamaño no tienen competidores naturales; pueden transmitir enfermedades a los humanos y se multiplicaron de manera exponencial: las palomas y sus deshechos se convirtieron en parte del paisaje urbano de la capital de la provincia y, en los últimos años, comenzaron a extender sus territorios de anidamiento a viviendas particulares y edificios.
Desde la Municipalidad de Santa Fe reconocen este fenómeno y aseguran que se viene trabajando para tratar de controlarlo. ¿De qué manera?: reemplazando huevos naturales por huevos artificiales en los 980 nidos que existen en El Palomar y planificando la instalación de "palomares ecológicos" más pequeños que serán instalados en plazas de la ciudad para que las palomas dejen los edificios y viviendas particulares.
En el programa Creo, que conduce cada mañana José Curiotto en Aire de Santa Fe, la subdirectora de Salud Animal del Municipio, Anahí Montiel, dijo que de manera permanente de controla la situación sanitaria de las palomas de la ciudad y que, en este momento, desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional del Litoral se realizan estudios para determinar si estos animales pueden transmitir enfermedades como el coronavirus o la psitacosis a los seres humanos.
En las personas, la psitacosis puede generar síntomas como fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y en algunos casos, neumonía.
Las palomas de Santa Fe no tienen competidores naturales
Las palomas que proliferan en la ciudad de Santa Fe no son autóctonas. "Las trajeron cuando construyeron El Palomar y, como son mucho más grandes que las palomas locales, no tienen un competidor que pueda controlarlas de manera natural", explicó la especialista.
Montiel remarcó que distintas enfermedades pueden transmitirse a través de los excrementos de las palomas. Hace poco más de tres años, investigadores de la cátedra de Microbiología de la Facultad de Veterinaria de la UNL detectaron que parte de las palomas de El Palomar de Plaza Colón tenían piojos, parásitos y, además, en algunos casos se observaban "pápulas y nódulos oscuros" que son característicos de la viruela aviar -no se transmite a los seres humanos-.
Según la subdirectora de Salud Animal del Municipio, "pueden transmitir enfermedades a los seres humanos a través del contacto con la materia fecal. Lo más común es la salmonella o gastroenteritis que, generalmente, pasan desapercibidas por tratarse de cuadros que no revisten complicaciones. Por estos motivos, la especialista recomendó higienizarse adecuadamente después de estar en contacto con estos animales.
Desde el Municipio afirman que se realizan controles permanentes. A tal punto que, de lunes a viernes, hay un veterinario específicamente dedicado a realizar un seguimiento de lo que sucede en El Palomar.
Lo que se realiza en estos momentos es una sustitución permanente de los huevos que colocan las palomas, por huevos artificiales: "Esto nos permite alargar el ciclo reproductivo. Con esta estrategia, el nivel de reproducción en El Palomar se redujo un 80%".
El problema es que muchas palomas dejaron la Plaza Colón y comenzaron a anidar en otros puntos de la ciudad: "La realidad es que las palomas conviven con nosotros. Durante la pandemia, las palomas se ubicaron en edificios altos, donde se sienten seguras y nadie las ataca. Además, factores como los incendios y la quita de lugares naturales, colaboran a que las aves se trasladen y adapten al entorno de la ciudad. Antes las palomas tenían miedo de acercarse a los humanos, pero se adaptaron a hacerlo".
Por eso se trabaja para comenzar a instalar pequeños "palomares ecológicos" en distintos puntos de la ciudad, como para que las palomas encuentren un lugar adecuado para anidar y allí se pueda realizar un seguimiento y control sanitario.
¿Cómo evitar que las palomas aniden en viviendas y edificios?
Anahí Montiel advirtió que los "pinches" que suelen colocarse en balcones y otros sectores de los edificios no siempre dan buenos resultados, porque las palomas pueden encontrar de todos modos un espacio para anidar. También advirtió sobre la colocación de redes protectoras. En este sentido, dijo que si no están correctamente instaladas no cumplen con su función y pueden dañar a las palomas. Si bien dijo que es muy difícil evitar que las palomas aniden, recomendó la colocación de espantapájaros.
Temas
Dejá tu comentario