El 14 de febrero de 2014, en barrio Esmeralda Norte, el niño tenía 9 años cuando quedó en medio de una balacera y recibió un disparo que lo tuvo al borde de la muerte y que hasta el día de hoy causa complicaciones en su salud. Actualmente padece un síndrome nefrótico, que le genera un problema renal crónico, el cual deteriora constantemente su salud. A 6 años del ataque el niño tiene secuelas irreversibles y su salud se deteriora constantemente: se dializa dos veces por semana y cada sesión se extiende por casi tres horas.
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Estela está sola en la tarea de cuidar a su hijo y tuvo que renunciar a su trabajo para dedicarse por completo a cuidarlo. La mujer ya no sabe qué puerta golpear para conseguir una ayuda permanente, que le permita mejorar la calidad de vida de Luciano.
"La enfermedad es cada vez más crónica, no tiene cura solo tiene tratamiento, está dializando dos veces por semana. Es la tercera vez que entra a quirófano. Tuve que dejar de trabajar, su padre también está sin trabajo. Yo vivo en una piecita en la casa de mi mama con los dos chicos. Él tiene un catéter en el cuello y no tiene las condiciones apropiadas para el tipo de tratamiento que realiza", explicó su madre.
Por último, Estela contó que reclamo en todos los estamentos del Estado ayuda y nunca consiguió. "Lo encontré a Jatón en la Costanera, le conté lo que me pasaba y dijo que llame al 0800 de la Municipalidad, que deje mis datos y explique la situación".
Desde la gestión local confirmaron a Aire de Santa Fe que el intendente ya se comunicó con la mujer y que este martes la visitará en su casa para analizar analizarán qué tipo de ayuda puede brindar el Estado municipal.
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