“En primer lugar, el dolor, la tristeza de la partida sorpresiva... uno no la esperaba. Ya así de golpe. Los otros días cuando estaba en el hospital parecía que se estaba recuperando y hoy esto nos dejó consternados”, indicó Martín en diálogo con el corresponsal Rodrigo Miró en Rosario.
En sus declaraciones, monseñor Martín subrayó el valor de la fe en este momento de duelo. “Si bien la partida nos duele, nos consuela la esperanza de la feliz resurrección. Esta ha sido la Pascua del Papa para presentarse ante Dios, que ciertamente le dará el gozo de la vida eterna”.
El prelado confirmó además que presidirá una misa en sufragio del alma del papa Francisco este lunes a las 19.30 horas en la Catedral de Rosario. “Invitamos a todos a participar en la misa en sufragio del alma del papa Francisco en la iglesia catedral”, anunció.
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El legado de Francisco: una Iglesia abierta y misericordiosa
El arzobispo también recordó el legado pastoral y humano del papa Francisco. “El Santo Padre nos ha dejado una enseñanza muy grande, en primer lugar respecto de la vida de la Iglesia, una Iglesia que sea de puertas abiertas, una Iglesia en salida, una Iglesia misericordiosa, Hospital de Campaña”, señaló Martín. Y agregó: “Una Iglesia que se ocupe de los más necesitados y que también sirva a la sociedad como instrumento de paz”.
Respecto al futuro del Vaticano y el próximo cónclave, Eduardo Martín reflexionó: “Ciertamente creo que hay algunas líneas que van a seguir. La misericordia, la dimensión misionera de la Iglesia, y caminar juntos. Una iglesia que busque siempre ser acogedora de todos los heridos de la vida”.
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El arzobispo de la ciudad santafesina de Rosario, monseñor Eduardo Martín.
El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín.
El recuerdo del Papa con Rosario
El arzobispo también recordó el compromiso del Papa Francisco con Rosario en los momentos más difíciles de la ciudad: “Cuando Rosario pasó su hora más crítica, el Papa se acordó de nosotros. Nos mandó un mensaje muy firme: no dejaba de denunciar los factores que facilitaban la violencia, pero también un mensaje de esperanza, invitándonos a trabajar en comunidad, porque nos decía que el individuo solo no se salva, necesitamos siempre la comunidad”.
La misa en homenaje a Francisco será un momento de encuentro, oración y despedida. Para el arzobispo, será también una forma de agradecer “su legado, su testimonio y su servicio incansable a toda la humanidad”.