El investigador del Conicet, Luis Alberto Espinola, en diálogo con AIRE, explicó por qué se han intensificado los ataques de palometas en la Laguna Setúbal y cómo evitarlos.
El último fin de semana, 33 personas fueron atacadas por palometas, en playas de la Laguna Setúbal.
Foto de archivoEn los últimos días, la Laguna Setúbal en la ciudad de Santa Fe ha sido escenario de un aumento significativo en los ataques de palometas, con 33 personas heridas en tan solo cinco horas.
Según Luis Alberto Espínola, investigador del Conicet, en diálogo con Santa Siesta, el programa de las tardes de AIRE, el fenómeno está directamente relacionado con la prolongada bajante del río Paraná y las altas temperaturas que afectan la región.
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Espínola explicó que la bajante del río Paraná, que conecta con la Laguna Setúbal, se mantiene desde hace varios años. Aunque hubo picos de crecientes, los niveles hidrométricos no han retornado a la normalidad previa a 2016 o 2018. Esto, combinado con las temperaturas extremas de la temporada, genera condiciones propicias para que tres especies de palometas presentes en la laguna aumenten su agresividad.
“Estas especies, como el Serrasalmus maculatus, el S. marginatus y el Pygocentrus nattereri, están en una etapa reproductiva y tienen estrategias de cuidado parental. Esto las hace más activas y propensas a atacar cuando perciben movimientos en el agua”, detalló el especialista.
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El comportamiento agresivo de las palometas se debe a varios factores:
En términos de alimentación, Espinola destacó que las palometas son piscívoras y que en algunos casos se alimentan incluso de escamas, un recurso más accesible en su hábitat.
Ante este fenómeno, Espinola sugirió algunas medidas preventivas para quienes visiten la Laguna Setúbal:
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