Analía Chumpitaz, directora de Promoción y Prevención de la Salud, subrayó en una entrevista en AIRE que la reacción temprana es crucial: “El monóxido es silencioso. Cuando nos sentimos mal, ya estamos intoxicados. Pero si actuamos rápido, podemos evitar consecuencias graves”.
LEER MÁS ► Tragedia en un edificio de Santa Fe: tres fallecidos en un departamento por monóxido de carbono
¿Cuáles son los síntomas?
Los primeros síntomas pueden confundirse con un malestar leve:
- Mareos.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas.
- Zumbidos en los oídos.
- Confusión.
- Palpitaciones.
Si la exposición continúa, aparecen signos más graves:
- Vómitos.
- Parálisis.
- Convulsiones.
- Desvanecimiento.
- Muerte por asfixia.
“No hay olor como con una pérdida de gas. No hay señales evidentes. Por eso muchas veces no se detecta hasta que alguien se desploma”, explicó Chumpitaz.
Qué hacer si sospechás de intoxicación
- Ventilar inmediatamente: abrir todas las ventanas y puertas.
- Salir del ambiente contaminado.
- Llamar al 107 o a emergencias.
- Avisar a un vecino o familiar. Si estás solo, tocá una puerta cercana para pedir ayuda.
- No encender luces ni aparatos eléctricos.
- No quedarse en reposo ni dormir, aunque el malestar parezca leve.
“La ventilación es clave. Abrir todo y pedir ayuda cuanto antes puede marcar la diferencia entre recuperarse o no”, enfatizó la especialista.
Si encontrás a alguien desvanecido
- Ventilá el lugar de inmediato.
- No ingreses solo si creés que el ambiente está contaminado.
- Llamá al 107 de urgencia.
- No intentes reanimar sin haber ventilado. La prioridad es que haya oxígeno.
Información y subregistro
El 107 es el canal oficial para emergencias relacionadas con intoxicaciones. Sin embargo, muchos casos leves no se registran.
“Mucha gente mejora después de abrir una ventana, pero no consulta. Eso impide dimensionar cuántos casos hay realmente”, explicó Chumpitaz.
estufa monoxido de carbono.png
La ventilación es clave, abrir todo cuanto antes puede marcar la diferencia.
La especialista cerró con una advertencia clara: “No hay que esperar a sentirse muy mal. Si hay síntomas raros en un ambiente cerrado, ventilar y pedir ayuda es lo primero.”
Controles obligatorios
Uno de los puntos clave es el control anual de artefactos a gas por gasistas matriculados. “Muchas veces alguien ‘arregla’ el calefón y luego nos olvidamos de hacer la revisión con un profesional. Eso puede ser letal”, advirtió.
Además, hay una regla simple: la llama siempre debe ser azul. Si es amarilla o anaranjada, indica mala combustión y emisión de monóxido.
Ventilación: los 5 centímetros de la vida
El Ministerio de Salud insiste en una medida sencilla y vital: mantener al menos una ventana abierta 5 centímetros durante todo el invierno. “Esos 5 centímetros pueden salvar vidas”, aseguró la doctora.
“Y no alcanza con solo abrir una ventana: el aire debe circular. Si dejamos abierta la del baño, la puerta también debe estar abierta”.
También se recomienda ventilar los ambientes dos veces al día: una por la mañana y otra por la tarde. Esto aplica tanto en el hogar como en los espacios de trabajo.