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Salud Adultos mayores | cuidados | Fiestas

Las fiestas de fin de año y los adultos mayores: soledad, angustia y cuidados especiales

Si bien se trata de un momento de celebración y alegría en familia, para las personas mayores pueden amplificar los sentimientos de angustia y generar ansiedad. Cómo atravesar estas fechas y acompañarlos.

Las fiestas de fin de año suelen ser momentos de encuentro y alegría, pero para muchas personas mayores representan una amalgama de emociones complejas. Algunos ven esta etapa como un tiempo de intensidad emocional, mientras que otros la relacionan con la vejez o situaciones familiares que pueden exacerbar emociones de agrado o de disgusto hacia las celebraciones.

Los especialistas advierten que la percepción en torno a las fiestas pueden variar según el contexto personal. La soledad, las pérdidas recientes o dificultades económicas y familiares pueden intensificar el desagrado por las festividades.

"Es necesario contextualizar esto, si a la persona le agradó antes esta época del año, o si antes disfrutaba y ahora no. Hay un montón de personas mayores que durante todo el año se sienten solos, que no es lo mismo que estar solos", explicó la psicóloga, Laila Tomas (MAT. N° 1175).

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Contextualizar estos sentimientos es fundamental: ¿la persona disfrutaba de estas celebraciones antes y ahora no? ¿Cuál es su situación actual? La soledad se convirtió en una epidemia en la sociedad moderna y las personas mayores no están exentas.

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Los especialistas advierten que la percepción en torno a las fiestas pueden variar según el contexto personal.

Los especialistas advierten que la percepción en torno a las fiestas pueden variar según el contexto personal.

La sensación de aislamiento puede persistir incluso cuando se cuenta con familia o contactos para llamar. Este sentimiento se ve magnificado en aquellos que atraviesan pérdidas, separaciones o experimentan una percepción aumentada de soledad.

"Es esperable que las personas que tienen una percepción de soledad más grande no les gusten las fiestas porque lo sienten como un evento que acrecienta su malestar, eso desde un punto de vista más psicológico", agregó la especialista.

Al respecto, Tomas recalcó que las personas mayores son el grupo etario que más pérdidas sufren en simultáneo y que más duelos tienen que elaborar, ya sea por el nido vacío, por el cuerpo sano, por el cónyuge, por el grupo familiar o social.

"Lo que hay que hacer en estas épocas, que es esperable que estén más vulnerables, es poder sostener el círculo emocional el doble: poder asistir, ocuparse y sobre todo darles la posibilidad de preguntar qué quieren hacer", recalcó la psicóloga.

Considerar a las personas mayores con problemas neurológicos o de salud mental

En esta época es esencial prestar atención a la salud mental y neurológica de los adultos mayores. Aquellos que sufren deterioro cognitivo o demencia pueden experimentar una desorientación intensificada durante las festividades. En estos casos, se recomienda adaptar el entorno y la interacción para evitar crisis emocionales.

"Cuando en la familia hay personas mayores que tienen problemas neurológicos, de depresión o demás, uno empieza a tener que rediseñar el circuito para que las fiestas sean un poco más pasables", aconsejó Tomas.

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En la atención de personas mayores con dificultades emocionales, es necesario asegurar que se cumpla el tratamiento, la terapia y comprender cómo la festividad puede reavivar sentimientos de soledad.

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 En ocasiones, se asume que las personas mayores desean participar en las celebraciones cuando, en realidad, su deseo puede ser distinto.

En ocasiones, se asume que las personas mayores desean participar en las celebraciones cuando, en realidad, su deseo puede ser distinto.

En ocasiones, se asume que las personas mayores desean participar en las celebraciones cuando, en realidad, su deseo puede ser distinto. Reconocer sus deseos individuales y actuar en consecuencia es fundamental, respetando su autonomía y derechos.

"Cuando hay una persona mayor que está cursando por ejemplo deterioros cognitivos, episodios de desorientación, ahí sí hay que estar más puntillosos en la organización del espacio y de las personas", aconsejó la especialista.

Es importante reorganizar el sistema familiar para que si esas personas que están teniendo alguna enfermedad neurológica, por ejemplo, se adapte el festejo a la necesidad específica de cada persona.

En ese caso recomendó que asistan a las fiestas por espacios reducidos de tiempo, en ocasiones se opta por dejarlas en su casa o se les da de comer antes. De esta forma se busca excitar lo menos posible el sistema nervioso.

Estas ocasiones muchas veces se prestan a desorientar más a las personas mayores que están cursando episodios de demencia porque atraviesan un corto período de tiempo fuera de su hábitat en el que otros los saludan e interrogan.

"Esa persona llega a su casa con una excitación tal que a veces no duermen en toda la noche o al día siguiente se levantan más perdidas todavía", aclaró.

La hiperconectividad que desconecta

A pesar de que la tecnología ha conectado a muchos, también ha contribuido a un distanciamiento físico. La hiperconectividad puede ser contraproducente al no poder otorgar la presencia física necesaria para contrarrestar la soledad.

La pandemia profundizó esta situación, incrementó la soledad entre los adultos mayores, quienes también se han visto afectados por el aislamiento debido al trabajo remoto y la reducción de interacciones sociales.

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La hiperconectividad puede ser contraproducente al no poder otorgar la presencia física necesaria para contrarrestar la soledad.

La hiperconectividad puede ser contraproducente al no poder otorgar la presencia física necesaria para contrarrestar la soledad.

"Nos queda poco tiempo para intervenir en nuestras relaciones y las personas mayores sufren un aislamiento, lo cual afecta al envejecimiento saludable", enumeró Tomas.

La festividad, en este contexto, se vuelve ambigua. Mientras para algunos representa alegría y encuentro, para otros puede avivar la sensación de soledad y nostalgia por tiempos pasados y seres queridos que hoy están ausentes.

Esta multiplicidad de emociones hace que el cuidado y la atención hacia los adultos mayores durante estas fechas sean vitales para su bienestar emocional y mental.