En promedio, se detectan 60 nuevos casos de cáncer de mama por día en el país, lo que equivale a más de dos diagnósticos cada hora. Por ello, los expertos de la SAM insisten en la importancia de seguir medidas preventivas que mejoren las probabilidades de éxito en el tratamiento.
Según advierten, "si se incluyeran otras patologías mamarias de menor riesgo, los números crecerían exponencialmente", lo que subraya la urgencia de realizar un diagnóstico precoz.
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El cáncer de mama es la principal amenaza oncológica para las mujeres argentinas.
Cáncer de mama: la prevención es clave para aumentar las chances de curación
Los especialistas recomiendan dos acciones sencillas y efectivas para las mujeres: respetar los chequeos de rutina y consultar rápidamente al mastólogo si se detecta alguna anomalía en las mamas.
En más del 90% de los casos, un diagnóstico temprano permite acceder a tratamientos con altas tasas de curación, lo que convierte a la detección precoz en una herramienta vital para combatir el cáncer de mama, la principal amenaza oncológica para las mujeres argentinas.
¿Por qué las argentinas consultan al mastólogo?
Los chequeos de rutina son el principal método de detección temprana, ya que permiten identificar tumores en sus primeras etapas. Sin embargo, muchas mujeres acuden al consultorio tras haber "detectado algo" durante un autoexamen. Aunque estos hallazgos no siempre indican un problema grave, los especialistas recalcan que el camino correcto es consultar al mastólogo para evaluar la situación y determinar si es necesario realizar estudios complementarios.
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“El síntoma más común es el nódulo, que las pacientes suelen detectar al palparse una dureza o masa en la mama. Otros signos menos frecuentes incluyen úlceras o lesiones en la piel, retracción del pezón, palpación de ganglios axilares o secreciones de sangre por el pezón”, explican los médicos de la SAM.
El autoexamen: una herramienta de autoconocimiento
Es fundamental que las mujeres conozcan su propio cuerpo mediante la práctica regular del autoexamen mamario. Aunque no sustituye la mamografía ni el examen clínico realizado por un médico, esta rutina mensual fomenta el autoconocimiento y permite detectar cambios en las mamas que podrían ser motivo de consulta.
Durante el autoexamen, se deben buscar signos como bultos, modificaciones en el tamaño o forma de la mama, hoyuelos, enrojecimiento de la piel, hundimiento del pezón o secreciones. Aunque no es una herramienta de diagnóstico precoz, el autoexamen es un aliado para que las mujeres estén atentas a cualquier cambio en su cuerpo y puedan actuar de manera rápida y efectiva.
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En resumen, la combinación de mamografías anuales, chequeos médicos y la realización regular del autoexamen mamario son claves para mejorar las probabilidades de detectar el cáncer de mama a tiempo y así aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso.
