En diálogo con AIRE, el doctor Francisco Sánchez Guerra, director del Hospital Iturraspe, describió las implicancias de este fenómeno, subrayando la importancia de abordar los problemas de infraestructura y presupuesto que limitan la operación del sector. A su vez, el doctor Pablo Ledesma, director del Hospital de Niños Orlando Alassia, destacó que la crisis en pediatría es solo una parte de un problema más amplio, que afecta a diversas especialidades médicas y responde a cambios generacionales y de estructura en el sistema de salud.
Sánchez Guerra recalcó que el éxodo de profesionales no es exclusivo de la salud, pero en este sector su impacto es particularmente grave. La imposibilidad de "patear" los problemas para, más adelante, cómo se podría hacer en otros campos.
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La guardia de emergencia del Iturraspe recibe un promedio de 300 pacientes diarios, es una de las áreas más demandadas.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Factores económicos, como la falta de estabilidad y de condiciones laborales atractivas, llevan a muchos profesionales a buscar oportunidades en otras provincias o países, incluso aunque eso implique trabajar en ocupaciones fuera de su especialidad.
"Estamos perdiendo recurso humano capacitado: más del 50% de los médicos formados en el Iturraspe optaron por migrar o buscar empleo en otras provincias", detalló el director. Esta situación se agrava debido a las jubilaciones anticipadas y a la falta de un flujo constante de profesionales que puedan cubrir esas vacantes. La migración de médicos a Entre Ríos, donde se ofrecen mejores condiciones, es un ejemplo reciente que captó profesionales santafesinos.
Ledesma explicó que, si bien el hospital de Niños no experimentó un éxodo significativo de profesionales, muchos médicos buscan oportunidades laborales en el exterior o en otras provincias debido a la situación económica y la inestabilidad laboral en el país. "Aunque este año logramos cubrir el cupo de residentes gracias al trabajo en conjunto con la universidad, el Colegio Médico y la Sociedad Argentina de Pediatría, aún tenemos un déficit en las promociones de segundo y tercer año. Esperamos poder completar el staff en los próximos dos años", señaló el director.
Desde una óptica más amplia, Sánchez Guerra atribuye la situación actual en parte a la falta de incentivos para los jóvenes profesionales. La imposibilidad de ahorrar y la precariedad laboral son motivos de peso para quienes optan por emigrar o cambiar de profesión, en busca de una realidad socioeconómica más estable. "Formamos médicos con dedicación, pero muchos deciden abandonar la profesión o irse al extranjero porque no ven un futuro claro aquí", lamentó Sánchez Guerra.
La demanda en cifras
El Hospital Iturraspe cuenta con aproximadamente 1.700 empleados, de los cuales un 30% son profesionales médicos, opera con una ocupación diaria del 75 al 80%. En tanto, el 50% de la plantilla está integrada por enfermeros.
Este porcentaje refleja un uso intenso de los recursos, especialmente en las salas de internación general, donde las camas están casi siempre ocupadas. La guardia de emergencia, que recibe un promedio de 300 pacientes diarios, es una de las áreas más demandadas, especialmente en pediatría, debido a que muchas familias recurren al hospital.
La rotación diaria de camas ronda entre el 15 a 20%, lo que equivale a una renovación de 30 camas por día, un número considerable para un hospital de tercer nivel. Sin embargo, la falta de coordinación entre los distintos niveles de atención (centros de salud, hospitales de baja y alta complejidad) genera un flujo constante de pacientes en el Iturraspe, saturando sus servicios y aumentando las listas de espera para cirugías y consultas especializadas.
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El hospital de Niños Dr. Orlando Alassia cuenta con 32 subespecialidades.
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El Alassia cuenta con una planta de 1.800 empleados, de los cuales alrededor de 550 son profesionales de la salud que cubren las 32 subespecialidades pediátricas, la guardia externa e interna y los servicios de terapia intensiva y neonatología.
Ledesma destacó que las guardias reciben entre 200 y 250 consultas, mientras que el total de pacientes que ingresan diariamente al hospital, incluyendo todas las especialidades, oscila entre 450 y 500.
El hospital registra una ocupación promedio del 85%, que puede superar el 100% en los picos de invierno, con una dotación de 204 camas. Sin embargo, se enfrenta a una creciente demanda, impulsada en parte por pacientes que deberían ser atendidos en el sector privado, pero que acuden al hospital público debido a la falta de capacidad de pago y el aumento en el costo de la salud en el ámbito privado. Según Ledesma, este fenómeno representa un incremento de entre el 25% y el 30% en las consultas, una carga significativa para el hospital.
“La realidad es que el sistema público termina subvencionando al privado, ya que muchos pacientes con obra social recurren a nuestros servicios debido a los costos o a la falta de infraestructura en sus ciudades de origen. Esto sobrecarga nuestra capacidad y limita la disponibilidad de recursos para quienes más lo necesitan”, añadió.
Especialidades críticas y el papel de la salud pública
Las especialidades pediátricas son particularmente críticas debido a la escasez de especialistas, un problema que aún no encuentra una solución, según detalló el director del Iturraspe. Este déficit afecta especialmente a los servicios de emergencia, donde la escasez de pediatras hace que los tiempos de espera y la carga de trabajo se multipliquen.
"No sé si hemos llegado al pico, pero la pediatría, en particular, está en crisis", sostuvo Ledesma. Para él, una de las razones fundamentales detrás de esta situación es el cambio en los valores y objetivos de las nuevas generaciones de médicos.
A pesar de la alta demanda diaria, tanto el Iturraspe como el Alassia trabajan para brindar atención de calidad de la mano del compromiso de sus trabajadores. Una intervención estructural que permita optimizar los recursos y coordinar mejor los tres niveles de atención en Santa Fe permitiría una distribución más equitativa de la carga de trabajo y mejoraría la eficiencia en la atención de pacientes.
Los médicos cardiólogos intervencionistas de todo el país resolvieron que no se realizarán en prácticas de colocación de stents ni de angioplastia a modo de protesta.
Los médicos cardiólogos intervencionistas de todo el país resolvieron que no se realizarán en prácticas de colocación de stents ni de angioplastia a modo de protesta.
Sin cambios estructurales que aborden los problemas de fondo, como los bajos salarios, la falta de estabilidad y la sobrecarga laboral, el éxodo de médicos y la falta de recursos continuarán agravando la situación e impactarán en un futuro no muy lejano en la calidad de atención que se puede brindar.
