La Policía Federal y el Gobierno porteño montaron un fuerte operativo frente al domicilio donde la ex presidenta cumple prisión domiciliaria.
Además, desde el Gobierno de la Ciudad se dispuso un operativo para mantener la zona en buenas condiciones de orden y limpieza.
La casa de Cristina Fernández de Kirchner amaneció este jueves vallada y con custodia reforzada, en el marco de un operativo de seguridad ante el “banderazo” convocado por sectores del kirchnerismo frente a su domicilio en el barrio porteño de Constitución.
La Policía Federal Argentina instaló un cerco perimetral en San José 1111, donde la ex presidenta cumple prisión domiciliaria, medida que le fue otorgada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2. Las tareas se realizaron durante la madrugada, cuando también se reforzó la presencia de efectivos en la esquina de San José y Humberto Primo, punto clave del operativo.
A su vez, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso un esquema especial de seguridad, higiene y orden urbano que se mantendrá activo las 24 horas. Según informaron fuentes oficiales, el plan incluye tres repasos intensivos diarios, con el despliegue de 20 barrenderos y tareas de hidrolavado de calles, veredas y paredes.
“Estamos enfocados en evitar e interrumpir ocupaciones permanentes del espacio público con mobiliario no autorizado”, señalaron desde el GCBA.
En los últimos días, personal de la Ciudad retiró ocho gazebos, mesas, sillas, banquetas y seis parrillas que habían sido instalados en las inmediaciones del edificio, en un intento por desalentar la permanencia prolongada de manifestantes.
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Además del despliegue de la Policía Federal, el Gobierno porteño intensificó el patrullaje en un radio de 300 metros alrededor del inmueble. La Comisaría Comunal 1 realiza recorridas constantes, mientras que el Centro de Monitoreo Urbano mantiene vigilancia permanente a través de cámaras.
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