La encuesta incluye la medición de las características habitacionales, educacionales y de ingresos, entre otras temáticas que se inscriben en el circuito de satisfacción de necesidades.
El informe del Indec
Una de las cuestiones más preocupantes tiene que ver con la incidencia del hacinamiento crítico, en virtud de las limitaciones que este genera a los miembros de los hogares en materia de privacidad, salud y generación de entornos aptos para el estudio y la socialización.
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Se consideran hogares con hacinamiento crítico aquellos en los que habitan más de tres personas por cuarto. El 98,0% de los hogares, que alberga al 96,3% de las personas, habita en condiciones que no reflejan hacinamiento crítico. A su vez, en los hogares sin hacinamiento crítico, en el 85,7% habitan menos de 2 personas por cuarto y en el 12,3% habitan de 2 a 3 personas por cuarto.
Por otro lado, el 2,0% de los hogares se encuentra en una situación de hacinamiento crítico, lo cual involucra al 3,7% de las personas. Ello implica que viven en estas condiciones 201.000 hogares compuestos por 1.105.000 personas.
Características habitacionales
Dentro de las características habitacional es se incluye el indicador de calidad de los materiales de la vivienda, basado en un grupo de variables referidas a los materiales constructivos de los pisos y techos y la presencia de cielorraso. Se tiene en cuenta la protección o el abrigo del medio natural y de factores ambientales adversos que dichos materiales proporcionan y, en función de ello, se establece la suficiencia o insuficiencia de su calidad.
De allí resulta que, al primer semestre de 2024, el 81,1% de los hogares y el 77,3% de las personas habitan en viviendas cuyos materiales poseen calidad suficiente. Por otro lado, el 6,4% de los hogares habita en viviendas cuyos materiales poseen una calidad insuficiente y el 12,5% lo hace en viviendas cuyos materiales poseen una calidad parcialmente insuficiente. En el caso de las personas, estos porcentajes ascienden al 8,2% y 14,5%, respectivamente.
Se presentaron además resultados referidos al saneamiento, considerando la tenencia de baño, su ubicación (dentro o fuera del terreno), la exclusividad o no de su uso, el tipo de desagüe y su instalación. Se definen como hogares con saneamiento inadecuado aquellos que tienen al menos una de estas características: a) no poseen baño, b) poseen el baño fuera del terreno, c) comparten el baño con otros hogares, d) el desagüe del baño no está conectado a la red pública (cloaca) ni tampoco a cámara séptica, o e) el baño no tiene descarga de agua.
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Al primer semestre de 2024, el 81,1% de los hogares y el 77,3% de las personas habitan en viviendas cuyos materiales poseen calidad suficiente.
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El 87,4% de los hogares (donde habita el 85,0% de las personas) presenta condiciones de saneamiento adecuadas, mientras que el restante 12,6% de los hogares no dispone de ellas. En dichos hogares habita el 15,0% de las personas.
Además, se considera exclusivamente la tenencia de baño con descarga de agua, debido a que su ausencia resulta una situación crítica dentro del conjunto de hogares con saneamiento inadecuado. Este indicador refiere al equipamiento sanitario mínimo para el desarrollo de ciertas funciones biológicas (eliminación de las excretas) en condiciones saludables. El 93,3% de los hogares (y el 91,3% de las personas) habita en viviendas que poseen baño con descarga de agua. En cambio, el 6,7% de los hogares no posee baño con descarga de agua, lo cual implica al 8,7% de las personas.
Otro indicador contemplado es la distribución de los hogares y las personas según la disponibilidad de agua en la vivienda, es decir, si acceden al agua dentro o fuera de esta. El 97,9% de los hogares, que alberga al 97,3% de las personas, tiene disponibilidad de agua en el interior de la vivienda. A su vez, dentro de estos hogares se distinguen aquellos que obtienen el agua a través de la red pública de agua corriente (89,4% de los hogares) o a través de perforación con bomba a motor (8,3%). No obstante, el 2,1% de los hogares debe acceder al agua fuera de la vivienda. Este porcentaje asciende al 2,7% en el caso de las personas.
Servicios públicos
En cuanto al acceso de los hogares a los servicios de suministro de agua corriente y gas a través de redes públicas, y a las redes de desagües cloacales, se reveló que el 90,7% de los hogares cuenta con acceso a la red de agua corriente; el 66,0% accede a la red de gas natural y el 74,8%, a la red de cloacas. De allí surge que el 9,3% de los hogares no accede a la red pública de agua corriente; el 34,0% no dispone de gas de red; y el 25,2% carece de conexión a las redes cloacales.
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El 9,3% de los hogares no accede a la red pública de agua corriente; el 34,0% no dispone de gas de red; y el 25,2% carece de conexión a las redes cloacales.
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Si bien aquí se presentan los resultados para el total de los 31 aglomerados urbanos relevados en forma continua por la EPH, cabe señalar que este indicador puede presentar resultados disímiles según la región, en función de cuán extendidas se encuentren estas redes en cada territorio.
Por otra parte, el acceso a estos servicios no solo depende de la existencia de las redes en las inmediaciones de la vivienda, sino también de que, en caso de que existan, los hogares puedan realizar las conexiones domiciliarias a estas.
Características del hábitat
Respecto a dos indicadores que permiten caracterizar a los hogares según la zona en la cual se encuentra ubicada la vivienda en la que residen, por un lado, se tiene en cuenta la cercanía a basurales considerando una distancia de tres cuadras o menos. Por otro lado, se contemplan las viviendas ubicadas en zonas inundables, considerando como tales aquellas en las que haya habido inundaciones en los doce meses anteriores al momento de la encuesta.
El 4,6% de los hogares habita en una vivienda cercana a basurales; esto significa que el 7,5% de las personas habita en dichas viviendas. Con respecto a las viviendas localizadas en zonas inundables, el 5,6% de los hogares –compuestos por el 9,1% de las personas– habita en dichas zonas. Por su parte, el 95,4% de los hogares habita en zonas alejadas de basurales (a más de 3 cuadras de distancia), mientras que el 92,5% de los hogares habita en zonas no inundables (en los últimos 12 meses).