Pese al frío y al fuerte operativo de seguridad dispuesto por el Ministerio de Seguridad de la Nación, cientos de personas se acercaron a la zona para brindarle su apoyo. Entre cánticos y banderas, la consigna que más se repitió fue “Cristina presidenta”.
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Desde el balcón, la exmandataria saludó con una sonrisa y se colocó un poncho celeste y blanco que le arrojó uno de los presentes. La prenda, con los colores de la bandera argentina, fue recibida como un símbolo de respaldo en medio de su situación judicial.
La aparición se dio en medio de un clima de tensión por el “banderazo” convocado por sectores del kirchnerismo y las críticas lanzadas por CFK contra la ministra Patricia Bullrich.
Un día antes, Cristina había calificado de “fracasada” a la ministra de Seguridad por el despliegue de vallas y efectivos frente a su domicilio. A través de redes sociales, apuntó directamente contra la funcionaria: “Trajo a la Federal sin orden judicial y con el único objetivo de generar caos, cosa que, hasta ahora, nunca ha sucedido”, escribió.
Además, la describió como una mujer “nefasta” que busca protagonismo pero que, según sus palabras, “sólo provocó dolor y daño a lo largo de su trayectoria política”.
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“Todas las manifestaciones de estos días se realizaron en paz y con respeto a la propiedad pública y privada”, remarcó la expresidenta, en un intento por contrarrestar la narrativa oficial sobre los riesgos de desorden público.
