A 10 años de la muerte del fiscal, el Gobierno nacional reafirma la teoría del homicidio vinculado a su denuncia contra el Memorándum con Irán.
La Oficina del Presidente "reafirmó su compromiso de procurar que haya justicia para las víctimas de AMIA".
El Gobierno de Javier Milei recordó este 18 de enero el décimo aniversario de la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que investigaba el atentado a la AMIA, y lo calificó como un "asesinato perpetrado por lo más oscuro del poder".
A través de un comunicado oficial, la Oficina del Presidente destacó el compromiso de la administración actual para lograr justicia en el caso.
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"La Oficina del Presidente recuerda con vehemencia los 10 años del asesinato del Fiscal Federal de la UFI-AMIA, Alberto Nisman, en manos de lo más oscuro del poder", expresó el Ejecutivo.
El mensaje también subrayó que el fiscal tenía previsto presentar en el Congreso detalles de su denuncia contra la entonces presidenta Cristina Kirchner y otros funcionarios, acusados de encubrir a los responsables del atentado terrorista a la AMIA mediante el Memorándum de Entendimiento con Irán.
El comunicado del Gobierno se alinea con el informe presentado recientemente por la Fiscalía Federal N.° 3, encabezada por Eduardo Taiano, que lidera la investigación de la muerte de Nisman. Según el documento, el fiscal fue víctima de un homicidio relacionado con su trabajo en la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA (UFI-AMIA).
"La denuncia de Nisman comprometía a altos funcionarios del gobierno de aquel entonces, y el crimen fue ejecutado para silenciarlo", sostiene la investigación judicial. Actualmente, se llevan a cabo medidas para identificar a los responsables materiales e intelectuales del asesinato.
Desde 2017, el técnico informático Diego Lagomarsino está procesado como partícipe necesario en el crimen, mientras que los cuatro custodios asignados a Nisman ese fin de semana enfrentan cargos por incumplimiento de deberes de funcionario público. Tres de ellos también están acusados de encubrir el homicidio.
Los investigadores aseguran que, desde un principio, se intentó instalar la hipótesis del suicidio como una estrategia para desviar la atención. Sin embargo, las pruebas recabadas en estos años apuntan al asesinato como la causa de la muerte del fiscal.
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