El juez Carraro dictó la prisión preventiva de Oscar Pain, imputado por amenazas y exhibiciones obscenas. Se evaluará su estado de salud mental.
El hombre de 38 años fue detenido por realizar exhibiciones obscenas y actos sexuales en una de las escaleras del Fonavi San Jerónimo | Imagen ilustrativa
El vecino del Fonavi San Jerónimo que fue detenido días atrás por acosar a una menor a la que siguió hasta la escuela en el centro de Santa Fe quedó en prisión preventiva este jueves por decisión del juez Sergio Carraro.
La medida fue resuelta en una audiencia realizada en la sala 6 de Tribunales, por pedido de la fiscal Luciana Escobar Cello, que imputó a Oscar Pain como autor de los delitos de amenazas calificadas y exhibiciones obscenas agravadas.
Pain es representado por la defensora pública Soledad Estrada quien reclamó la intervención de organismos de salud mental para definir una posible internación involuntaria del imputado.
Antes del inicio de la audiencia declararon dos mujeres, madres de las niñas que padecieron los acosos de Pain; las testigos remarcaron el temor de sus hijas a salir a la calle y el miedo de los vecinos a denunciar y a declarar. Una de ellas sostuvo que estas situaciones vienen de larga data a pesar de que no se habían denunciado previamente por comprender la situación de salud mental del imputado.
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Escobar Cello repasó los delitos atribuidos a Pain: el 3 de enero de 2025 amenazó con un machete a un vecino que lo había increpado por las actitudes que tenía con las niñas del barrio. La policía arribó a la zona tras un llamado al 911 y secuestró el arma utilizada.
El segundo delito imputado ocurrió el pasado 3 de septiembre, cuando Pain realizó exhibiciones obscenas y acciones sexuales frente a un grupo de vecinos, en el cual había varios menores de edad.
Pain fue detenido y se dio intervención a la Fiscalía y al Servicio Local de Niñez. Escobar Cello refirió que dos de las menores pudieron relatar las situaciones padecidas, y una de ellas precisó que el día anterior Pain la había seguido hasta la escuela, la había perseguido por la calle e incluso le había gritado.
Esta situación no pasó a mayores gracias a la intervención de las personas presentes en la zona, incluso algunos compañeros de escuela. Pain fue arrestado pero recuperó la libertad a las pocas horas, hasta que fue detenido al día siguiente: “Los vecinos entre todos custodian los movimientos de las menores para mantenerlas a salvo”, expuso la fiscal.
Pain fue imputado como autor de los delitos de amenazas calificadas por el uso de arma de fuego y exhibiciones obscenas calificadas por la edad de las víctimas. La fiscal manifestó que la escala penal va de uno a nueve años de prisión, y que aún puede ampliarse la imputación.
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Escobar Cello reclamó que Pain continúe el resto del proceso detenido en prisión preventiva; analizó la conducta del imputado, quien a pesar de haber sido identificado por las amenazas y de contar con una medida de distancia, persistió en su accionar delictivo: siempre contra la integridad sexual de menores del barrio, de quienes conoce sus movimientos y sus rutinas.
También sostuvo la existencia de ambos riesgos procesales: la fuga y en especial el entorpecimiento probatorio. Pain no cuenta con un trabajo formal, y quedó manifiesto el temor de los vecinos a declarar. Además, destacó que aún resta la declaración de las menores en Cámara Gesell.
A su turno, la defensora pública reclamó la libertad de Pain: remarcó la patología que presenta, diagnosticado como esquizofrénico, y la necesidad de que sea evaluado psicológicamente por los profesionales para determinar si puede corresponder una internación involuntaria, según la ley de salud mental.
El juez Carraro evaluó los hechos atribuidos, y analizó que el imputado es “recurrente en sus acciones ante personas vulnerables, que deben tolerar que un vecino permanentemente las persiga por el barrio, o a la escuela”.
El magistrado tuvo en cuenta también el padecimiento de las víctimas de este tipo de hechos, y encontró acreditados tanto los riesgos procesales como la posible condena de cumplimiento efectivo.
En cuanto al estado de salud mental de Pain, Carraro dispuso que el imputado sea examinado por los profesionales del hospital Mira y Lopez, que precisen diagnóstico, tratamiento, medicación y una posible necesidad de internación involuntaria.
Una vez realizada sea evaluación en el Mira y Lopez, se dará intervención a la Junta Especial de Salud Mental a fin de que analice la posibilidad de Pain de atravesar un proceso penal y de ser encontrado culpable de sus actos.
Mientras todo esto ocurre, Oscar Pain permanecerá detenido en prisión preventiva, bajo custodia del Servicio Penitenciario de Santa Fe.
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