Según informó desde el móvil de AIRE el periodista Rodrigo Miró, los asaltantes —un hombre y una mujer— ingresaron al negocio armados con intenciones de robo. Dentro del local se encontraba un cliente que resultó ser un gendarme vestido de civil, quien decidió intervenir al ver la situación.
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La escena fue caótica: el dueño del comercio intentó resistirse al asalto y, en ese contexto, se produjo un tiroteo. El comerciante recibió un disparo y quedó herido. En medio de la huida, el ladrón masculino intentó guardar su arma y, de forma accidental, se disparó en la ingle.
La fiscal Georgina Pairola, a cargo del caso, confirmó este miércoles que la muerte del delincuente no fue producto del enfrentamiento con el gendarme, como se pensó inicialmente, sino que se debió a un disparo que él mismo efectuó mientras escapaba. Las pericias balísticas determinaron que los dos disparos realizados —el que hirió al comerciante y el que terminó con la vida del ladrón— provinieron del mismo arma, que no era la del gendarme.
La mujer que acompañaba al fallecido logró escapar y es intensamente buscada por la policía. En tanto, el comerciante herido fue atendido y permanece fuera de peligro.
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El hecho ocurrió en un área de la ciudad que, según describió Miró, no es de las más conflictivas, pero que como muchas otras en Rosario, sufre situaciones de inseguridad cuando cae la noche. "Hay zonas que se transforman después del anochecer, y este tipo de hechos lamentablemente se repiten", sostuvo el periodista.
La causa sigue en investigación y se esperan avances para identificar y detener a la cómplice del asalto frustrado.
