Lo hicieron simulando un allanamiento oficial, vestidos con uniforme, armados y con una falsa orden del Ministerio Público de la Acusación (MPA). La fiscal Karina Bartocci ordenó las detenciones, calificadas como un hecho de extrema gravedad institucional.
Robo a cara descubierta (y con uniforme)
LEER MÁS ► Ladrones vestidos de policías simularon un allanamiento en una fábrica de Santa Fe y se alzaron con una suma millonaria
El caso sacudió a la provincia hace dos semanas. Cerca de las 10 de la mañana del 19 de septiembre, una camioneta blanca sin patente llegó hasta una fábrica de plásticos ubicada en Las Malvinas 2763. Del vehículo descendieron tres personas con chalecos, armas, pasamontañas y una hoja membretada con el logo del MPA. Dijeron que estaban allí por una investigación por lavado de dinero y que llevaban una orden de allanamiento.
Sin ejercer violencia, hicieron pasar al dueño de la pyme y a un acompañante hasta una oficina, donde se alzaron con 18 millones de pesos en efectivo. Antes de irse, dejaron un formulario con una supuesta constancia del procedimiento. En cuestión de minutos, desaparecieron.
El dato que lo cambia todo
Lo que parecía un golpe frío y perfectamente ejecutado por ladrones disfrazados de policías, terminó siendo otra cosa: eran policías de verdad. Delincuentes con placa.
Las detenciones ordenadas por la fiscal Bartocci pusieron nombre y fuerza a dos de los implicados: uno trabajaba en el Comando Radioeléctrico, y el otro, insólitamente, en Asuntos Internos, el área encargada de controlar la corrupción dentro de la fuerza.
El miércoles, mientras uno de los sospechosos prestaba servicio en el Jockey Club de Rosario, fue detenido. El otro fue arrestado mientras realizaba un allanamiento oficial. La paradoja no puede ser más brutal: un policía fue detenido por haber fingido un allanamiento, justo cuando ejecutaba uno real.