Ramón Ezequiel Machuca, conocido también como “Monchi Cantero”, quien es uno de los líderes de la banda Los Monos de Rosario, fue intervenido quirúrgicamente por haber sufrido una apendicitis, según informaron fuentes carcelarias y hospitalarias.
La operación se dio bajo un fuerte operativo desplegado tanto por agentes del Grupo de Operaciones Especiales del Servicio Penitenciario, como también por agentes policiales de la Unidad Regional I que custodiaron la zona del hospital ubicado avenida Freyre, entre Salta y Lisandro de la Torre.
Tras la operación, el convicto fue alojado en la sala penitenciaria en donde continúa internado para luego ser llevado nuevamente a la cárcel de Piñero en donde purga una condena de más de 30 años de prisión por haber sido jefe de una asociación ilícita dedicada a la comisión de diferentes delitos, cohecho, encubrimiento agravado e instigador de cuatro homicidios.
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Si bien hasta el momento no quedó claro por qué fue trasladado hasta Santa Fe, autoridades del Servicio Penitenciario indicaron que Monchi tuvo una "indisposición" y por eso fue traído hasta la capital provincial.
Este domingo, desde el hospital informaron que la operación tuvo éxito. "Se encuentra internado en observación con evolución favorable", destacaron las autoridades del José María Cullen.
En la actualidad Ramón Machuca se encuentra preso en el pabellón 26 de Piñero donde cumple su condena, el integrante de la banda fue hallado culpable de ser líder y uno de los cabecillas de la asociación ilícita dedicada a la comisión de una gama amplia y variada de delitos, la instigación de los crímenes de Marcelo Alomar, Nahuel y Norma César, y Lourdes Canteros, cohecho y encubrimiento agravado.
Dichos homicidios ocurrieron el 15 de mayo de 2013, y otro el 28 del mismo mes, y fueron parte de un reguero de sangre en venganza por el asesinato del líder de Los Monos, Claudio Pájaro Cantero, su hermano de crianza, acribillado a balazos el 26 de mayo de 2013 a la salida del boliche Infinty Night de Villa Gobernador Gálvez.
Considerado como uno de los cerebros de la organización, Monchi se mantuvo prófugo de la justicia durante tres años. Desde la clandestinidad, en el tiempo que estuvo prófugo, consiguió notas periodísticas a las que asistió disfrazado y en las que ofreció datos y pistas sobre la corrupción política y judicial que lo cercaba.
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