A un día del crimen de Brian Exequiel “Tito” Ojeda, ocurrido en plena calle del barrio Scarafía de la ciudad de Santa Fe, Marisa, su madre, habló sobre cómo se enteró del salvaje crimen que implicó más de veinte balazos ejecutados desde un automóvil particular.
“Era de día, estaba acá dentro, siento los disparos, salgo y miro a un muchacho que me hacía señas”, explicó a AIRE la mujer que oficia como empleada doméstica. “Los encuentro tirados a ellos”, recordó sobre cómo fue el hallazgo de su hijo y el amigo de este, Fernando Gómez, quien también fue víctima y actualmente lucha por su vida.
“Yo me estaba mensajeando con él y al ratito pasó eso. No sé por qué. Dicen que fue desde un auto negro o gris. En el barrio hay cámaras, así que lo habrán tomado”, destacó la madre del fallecido.
Marisa aseguró que tanto ella como su familia nunca tuvieron problemas con nadie. “Mi hijo hacía lo que sea. Hacía changas, me ayudaba en el negocio a mí. Por ahí hacía cobranzas. Vivía independiente”, dijo. “Era un chico serio, alegre, respetuoso. Era mi hijo, un amor de persona”, concluyó.
Qué pasó en barrio Scarafía
El caso ocurrió pasadas las 18 del martes, cuando Ojeda y Gómez compartían una cerveza. En un momento, un automóvil pasó por el lugar y desde su interior sus ocupantes gatillaron a mansalva hasta causar la muerte de Ojeda.
Por su parte, Gómez quedó con algunos signos vitales y fue derivado al hospital José María Cullen, en donde quedó internado en terapia intensiva.
“El paciente ingresó con lesiones en columna, tórax, abdomen, cuello y miembros. Se le realizó ayer una intervención quirúrgica por las lesiones a nivel del cuello y abdomen. Está con pronóstico reservado”, explicó al respecto el director del Cullen, Bruno Moroni.
El caso quedó a cargo de la fiscal de homicidios, Ana Laura Gioria, que como primera medida ordenó que el cuerpo sea trasladado a la morgue judicial para ser examinado por el Cuerpo Forense y a su vez delegó la investigación a los detectives de la Agencia de Investigación Criminal.
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