La pesquisa se inició a partir de una balacera -desatada el pasado 17 de junio- contra el frente de una vivienda de Ponce de León al 9000 del barrio Loyola Norte. En aquel entonces, el ataque fue reportado al 911 y desde la central le dieron intervención a los agentes del Cuerpo Guardia de Infantería que detuvieron al principal sospechoso.
Se trata de un hombre de 38 años, identificado como Luis C., el cual permanece tras las rejas y a la espera de ser formalmente imputado en una audiencia que se realizará en tribunales el próximo 4 de julio. La imputación estará a cargo del fiscal del caso, Ignacio Lascurain, que ordenó la detención del presunto usurero.
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Según fuentes policiales, al santafesino le secuestraron cerca de 10 millones de pesos, municiones de arma de fuego y múltiples tarjetas de débito y crédito de bancos e instituciones crediticias.
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El sospechoso permanece tras las rejas a la espera de su audiencia de imputación.
Producto de ese secuestro, se inició una investigación que tras una serie de entrevistas detectó que el prestamista retenía tarjetas de débito y crédito de sus clientes para garantizar el pago de los préstamos informales que realizaba.
En Fiscalía creen que bajo esa forma de cobro, el santafesino habría logrado obtener el pago de los préstamos. “Prestaba plata y los deudores le entregaban las tarjetas como garantía del pago de las cuotas”, comentó una fuente ligada al caso.
Por el caso, fueron entrevistados varios titulares de las tarjetas por lo que a partir de esos testimonios se determinará que encuadre le da el fiscal al caso.
