El hombre, identificado Rufino Sosa, de 69 años, fue encontrado por su esposa cuando yacía inmóvil en el suelo del salón de la iglesia evangélica.
"Cuando lo quise levantar, tenía sangre en la parte de atrás de la nuca. Llamamos a la Policía, vinieron dos patrulleros, le hicieron RCP, pero tenía poco pulso", relató al móvil de AIRE la pareja de Sosa, que lo encontró desvanecido en el templo.
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Una ambulancia del Servicio de Emergencias 107 llegó rápidamente al lugar, pero, pese de los esfuerzos para reanimarlo, los médicos confirmaron el fallecimiento del pastor.
"Yo vine lo más rápido que pude, fue un golpe grande encontrarlo así", dijo Yanina, hermana de Sosa, quien asegura que la salud del efectivo retirado estaba deteriorada. "Tenía cinco stents, diabetes y presión alta. Venía acarreando muchas enfermedades, su cuerpo ya no le daba y sus piernas estaban frágiles", detalló la mujer.
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A su vez, desestimó que su hermano haya muerto producto de una golpiza e informó que no faltaba nada en el templo, por lo que se pudiera sospechar de un robo.
"Era muy querido él por los vecinos y por Barranquitas Oeste", aseguró la mujer, y dijo que la familia deberá esperar unas tres semanas hasta conocer las causas del deceso.