Se trata del peritaje de los celulares que le fueron secuestrados a los dos detenidos que tiene el caso: el agente policial de la Guardia Rural Los Pumas, F.G.C.; y el vendedor de autos, L.M.S.
Ambos se encuentran actualmente privados de su libertad y aguardan ser imputados ante un juez por los fiscales del caso, Andrés Marchi (de la Unidad de Homicidios) y Laura Urquiza (de la parte de Delitos Complejos).
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La apertura de los teléfonos se dio el pasado lunes en sede del Ministerio Público de la Acusación y tiene por objetivo la extracción del contenido de ambos dispositivos para intentar reconstruir si conocen donde puede encontrarse Abrigo.
Además de los teléfonos, la causa tiene previsto que sean peritados los automóviles que fueron secuestrados en el marco de la investigación y que pertenecen a los dos hombres que se encuentran detenidos. Se trata de un Fiat Cronos (propiedad de L.M.S.) y un Fiat Uno (de F.G.C.), cuya pericia criminalística se hará este miércoles en sede de la Unidad Regional I, sobre Urquiza y Pasaje Hernández.
Sigue sin aparecer
El policía Cristian Abrigo se encuentra desaparecido desde el 28 de febrero cuando salió de su casa del barrio La Esmeralda para reunirse con una persona cuya identidad no trascendió.
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Abrigo presta servicios en la Policía de Santa Fe en la parte de monitoreo.
Desde entonces, cortó todo tipo de contacto con su familia y amigos. Su teléfono celular se apagó el pasado viernes y según los impactos de antena, el dispositivo se ubicó por última vez en la localidad de Progreso, a 75 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
Por esa razón, el pasado viernes, un grupo de investigadores de la Policía de Investigaciones (PDI) realizaron rastrillajes en un campo de la zona sur de la localidad del departamento Las Colonias, pero no tuvieron resultados favorables.
Actividades paralelas
Oriundo de la ciudad de Santa Fe, Abrigo tiene 39 años y además presta servicios en el área de monitoreo de la Agrupación Cuerpos de la policía provincial.
Según reconstruyó la causa, el subcomisario además realizaba actividades laborales vinculadas a la compra y venta de autos usados y también se dedicaba a la compra y venta de moneda extranjera.
Por estas horas, la Fiscalía investiga si esas actividades lo llevaron a cosechar deudas que pudieran haberlo obligado a irse de su casa por sus propios medios o bajo alguna presión.
Todo sigue siendo un misterio.