El reciente hallazgo de restos humanos dentro de una trafic prendida fuego en Colonia San José vuelve a poner en el centro de la escena los crímenes con sello mafioso.
Muchos de los casos ocurrieron en la última década en varias zonas de la provincia de Santa Fe.
Mientras la Justicia y policía investigan por estas horas el hallazgo de una trafic incendiada con restos humanos en su interior, en zona de Colonia San José, el recuerdo de hechos similares en Santa Fe y la región permanece latente.
Uno de los casos más emblemáticos es el que ocurrió el 20 de enero del 2015 cuando dos hombres oriundos de Santo Tomé, identificados como Germán Losada (quien se encontraba prófugo de la Justicia por una causa de drogas) y Martín Chamorro, fueron asesinados a sangre fría cuando se encontraban a bordo de un Peugeot 307 en un campo de la zona rural de Frontera, en el límite con la provincia de Córdoba.
En aquel entonces, tanto Losada como Chamorro fueron ejecutados desde atrás y tras el crimen el vehículo fue incendiado con los cadáveres adentro.
Por el doble crimen, se inició una investigación que colocó a Franco Leonel Figueroa, un árbitro de fútbol amateur, como el principal responsable del hecho. El mismo fue detenido y llevado a juicio al Tribunal Oral Federal de Santa Fe, ya que la principal hipótesis del caso es que detrás de hecho hubo trasfondo vinculado al narcotráfico.
El debate contra Figueroa se realizó en abril de ese año y terminó con el árbitro de fútbol, condenado a la pena de prisión perpetua al ser condenado como autor del delito de homicidio calificado por alevosía y por el uso de arma de fuego.
Otro caso con signos similares fue el que ocurrió el 20 de agosto del 2023, cuando fueron hallados, en un campo ubicado 10 kilómetros al sur de Gálvez, dos cuerpos calcinados al costado de una Toyota Corolla cross completamente incendiada.
Según estableció la pesquisa, el vehículo estaba con las puertas delanteras (y la trasera izquierda) abiertas en su totalidad. A un costado fue hallado un cartucho de una escopeta calibre 12 y algunas muestras de sangre.
Desde entonces, se inició una investigación en la Fiscalía del Ministerio Público de la Acusación que pese a que desplegó múltiples medidas para identificar a posibles sospechosos. Sin embargo, nunca pudo ser esclarecido el doble crimen.
El otro caso, con signo totalmente mafioso, es el que ocurrió el 29 de enero del 2022, cuando fueron asesinados Iván Maximiliano Giménez (35); su esposa, Érica Romero (35), y la pequeña hija de ambos, Elena Giménez (1).
Dicho crimen se dio horas posteriores a la fiesta de un casamiento realizado en Ibarlucea y la cual se denominó como la “boda narco” ya que la pareja que contrajo matrimonio estaban involucradas en una causa por venta de drogas en Rosario.
Tanto Giménez, Romera y la hija de ambos, fueron atacados cuando salían de la fiesta por sicarios que los mataron a balazos y luego incendiaron el auto Audi TT en el que circulaban.
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