Una mujer de 50 años identificada como María Rosa Aguirre quedó en prisión preventiva este viernes, en el marco de la causa que investiga la desaparición de Mónica Aquino. El fiscal Matías Broggi repasó las declaraciones colectadas en la causa y destacó el aporte que puede ayudar a saber qué pasó con la mujer desaparecida en Varadero Sarsotti.
El juez Pablo Spekuljak dio por acreditada la participación de Aguirre en los hechos atribuidos y dispuso que la imputada continúe detenida en prisión preventiva para garantizar el avance de la investigación.
Aguirre contó con la asistencia de las defensoras públicas Betina Dongo y Silvina Corvalán, quienes rechazaron la imputación y solicitaron medidas alternativas a la prisión preventiva. La mujer imputada declaró en la audiencia y negó entre lágrimas las acusaciones en su contra.
"Si me pasa algo ya sabés quién fue"
Broggi sostuvo que Aguirre, al igual que sus hijos Hugo y Daniel Pérez -quienes ya se encuentran en prisión preventiva-, explotaron sexualmente a Mónica Aquino, la obligaban a ejercer la prostitución y luego se quedaban con el dinero que la mujer ganaba por su actividad. Para esto, generaron un ambiente de vulnerabilidad y violencia permanente para Mónica, la alejaron de su familia de origen y de sus amistades, y la amenazaron de muerte a ella y a sus familiares.
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El fiscal repasó los testimonios que dieron cuenta que Mónica era golpeada por su pareja Hugo y también por su suegra Rosa, y que debía entregarles el dinero luego de cada pase sexual. Mónica intentó salir de esa realidad en varias oportunidades: siempre que logró escapar se llevó a sus hijos, siempre le avisó a su mamá, y siempre Hugo Pérez llamó a los padres de Mónica y los amenazó para que vuelva, y siempre la encontró.
Por eso a los padres y a los hermanos de Mónica les llamó la atención que Hugo Pérez denunciara la desaparición de Aquino el 7 de mayo. Esta vez, la situación era distinta: Mónica no se llevó a sus hijos, no le avisó a nadie, y Pérez no llamó para amenazarlos si Mónica no volvía. La familia de la mujer se enteró de la desaparición cuando recibieron las citaciones para declarar en la Policía.
La mamá de Mónica fue entonces al Centro Territorial de Denuncias a manifestar estas contradicciones. En 2022 ya había radicado una denuncia una vez que Mónica huyó de la casa, y sostuvo que su hija le dijo que ya estaba cansada de los malos tratos de su pareja y de su suegra: “Si me llega a pasar algo ya sabés quién fue”, refirió la mujer que le dijo su hija.
Broggi agregó que la familia de Mónica recibió información a través de una publicación en Facebook sobre el pedido de paradero de la mujer. Una persona se contactó, les preguntó si eran familiares de Aquino o de Pérez, y cuando les dijeron que eran familiares de Mónica les dijo que “los responsables de la desaparición fueron el marido y la suegra”.
Finalmente, el fiscal repasó los testimonios que vieron a Pérez golpear y maltratar a Mónica la noche de su desaparición, en especial, una declaración aportada por una persona muy cercana a la víctima y a los imputados. Una vez que se dictó la prisión preventiva de los hermanos Pérez, y Aguirre ya estaba detenida, la testigo sostuvo que el 4 de mayo Mónica llegó a la noche cansada de trabajar y que Pérez y Aguirre la obligaron a volver a salir. Algunas trabajadoras sexuales conocidas de Mónica aportaron que Aquino estaba en las paradas seleccionadas por Pérez entre las 8 y las 3 de la mañana.
La testigo clave agregó que ante la negativa de la joven de volver a salir comenzaron los malos tratos por parte de Rosa y Pérez. La mujer puso música fuerte para que los vecinos no escucharan lo que ocurría y Pérez apuñaló a Mónica en el abdomen; luego escuchó a Hugo Pérez y a su madre hablar de “desechar” el cuerpo de la mujer en una fosa en el Parque del Sur.
“Yo no necesito quedarme con el dinero de ella”
Rosa Aguirre pidió declarar y negó ser responsable de los delitos atribuidos; la mujer sostuvo entre lágrimas que ella siempre se ganó el dinero con sus manos y que no necesita quedarse con el dinero de Mónica. La imputada agregó que tiene problemas de salud (colesterol, úlcera, hipertensión y dos hernias) y que tiene un hijo de 13 años a su cargo.
Aguirre sostuvo que es cierto que Mónica siempre volvía a la casa cuando salía a trabajar, y que era ella quien le daba de comer a sus nietos: “Me dicen mami porque yo los crié, señor”, sostuvo la mujer. En cuanto a los testimonios relatados por el fiscal, cuestionó: “Tengo bronca porque no dicen la verdad, les preguntan a los vecinos de 5, 6 cuadras que no pueden escuchar nada. ¿Por qué no les preguntan a mis vecinos del pasillo?”.
Las defensoras sostuvieron que los testigos vinculan a Pérez con los malos tratos proferidos a Mónica, y no a Aguirre. Sin embargo, el juez repasó todos los testimonios que involucran a la mujer con los hechos atribuidos, y dio por acreditada también la calificación de explotación de la prostitución ajena calificada por la violencia y la convivencia.
Spekuljak sostuvo que los problemas de salud enumerados por la imputada no fueron acreditados en la audiencia, y entendió también la necesidad de proteger a los testigos, todos allegados a los imputados y a la víctima. Las alternativas propuestas por las defensoras son insuficientes para neutralizar el riesgo de fuga y de entorpecimiento probatorio, por lo que dictó la prisión preventiva de Rosa Aguirre.
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