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Ambiente: el precio de la deforestación y el silencio de los árboles

En un mundo donde los árboles dieran WiFi, nos preocuparíamos por su conservación y plantaríamos sin parar, lástima que solo nos den sombra y oxígeno.

En “Hacete Eco”, cuando hablamos de ambiente, siempre nos preguntamos: “¿Dónde estamos parados?”. Y en esta nota, haremos un repaso sobre la deforestación en Santa Fe, en Argentina y en el mundo, para conocer, con datos concretos, qué callan los árboles.

En nuestra provincia, las alarmas se encendieron ante la sequía y los recientes incendios que azotaron a la región. Los datos indican se desmontaron 40 mil hectáreas en menos de 25 años. Según un informe de Greenpeace, la provincia de Santa Fe perdió, solo en el año 2023, unas 4.077 hectáreas de monte nativo.

La triste realidad se ve de manifiesto en la Argentina, principalmente en el Gran Chaco y las Yungas, donde se da el epicentro de una crisis de deforestación sin precedentes. Nuestros bosques están siendo talados a ritmos alarmantes.

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La deforestación, en cifras

La definición de deforestación explica que se trata de la tala de un bosque, eliminándolo por completo, para dar espacio a algo más en su lugar. Ese “algo más” refiere a los cultivos y la ganadería, un proceso que genera un gran desequilibrio ecológico y destruye el suelo, arrasando con la vegetación. El uso intensivo de los suelos genera un deterioro acelerado y su recuperación implica cientos de años.

Según datos del Monitoreo de Bosques Nativos, se han deforestado 859.503 hectáreas en la provincia de Chaco desde 1998 hasta 2022. De ese total, el 63% se perdió durante la vigencia de la ley N° 26.331 que establece la protección de los bosques nativos (promulgada y sancionada en el 2007 y puesta en vigencia a partir del 2008).

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Lo sorprendente de este dato es que la superficie cultivada aumentó en un 198% y, en contraste, la población chaqueña sufre altos índices de pobreza: su capital, Resistencia, es el segundo conglomerado más pobre del país. Esto demuestra que la expansión agrícola no impacta en la calidad de vida de los habitantes.

La situación se vuelve más grave aún cuando la observamos a nivel global. El Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institute) publicó en su último informe que en el año 2023 se perdieron, aproximadamente, 3,7 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios.

Paren el mundo que me quiero bajar

Por suerte, no todo es muerte y destrucción. En el informe anteriormente mencionado se explica que “a diferencia de años anteriores, Brasil y Colombia han visto avances en la conservación de sus bosques. En el caso de Brasil, en 2023 la deforestación se redujo en un 36% con respecto al 2022. En Colombia, los números indican que la pérdida de bosque disminuyó en 49% si se compara con el 2022”.

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Ante esta situación urge proteger lo que quedan de nuestros bosques y darles a los árboles la importancia que merecen. Si pudieran hablar nos dirían que cuidarlos, es cuidar nuestro futuro y el de nuestras infancias.